dios-me-hizo-reirPredicaciones – Dios Me Hizo Reír 4

 

Continuemos.

Agar tuvo a su hijo y lo llamó Ismael. Ismael es el padre de los árabes, y hasta el día de hoy árabes y judíos pelean por la decisión que tomó Sara. ¿Cuantos hemos tomado decisiones de las que nos hemos arrepentido luego, que nos han afectado económica y afectivamente? «¡¿Cómo puede tomar esta decisión tan tonta?!», nos preguntamos…

No metas la cultura en tu fe. ¿Qué te importa que todos lo hagan, que todos se emborrachen? ¡Que hagan lo que quieran! Tenés que saber que Dios te ha bendecido, y el que te bendice es bendecido y el que te maldice es maldecido. En vos serán bendecidas todas las familias de la Tierra, y si Dios te prometió, ¡Él lo hará!

Sara se desesperó, no la vamos a condenar; pero ahora Abraham tenía un gran problema. Él tenía un hijo con Agar al que no quería soltar, ¡Ismael era su hijo! Abraham se encontró con Dios y el Señor le dijo: «Te bendeciré y serás de bendición. Quiero renovar el pacto con vos; no te voy a dejar a pesar de todas las tonterías que has hecho. Sara tendrá un hijo». La Biblia dice que Abraham inclinó el rostro y se rió de pensar en lo que Dios le estaba diciendo.

Unos días después, llegaron a la tienda de Abraham tres ángeles de Dios. El del medio era Jesucristo que se manifestaba como ángel del Señor. Abraham les dio la bienvenida y les brindó hospedaje como se acostumbraba en la época. Les dio agua para lavarse los pies y las manos, y le pidió a Sara que preparara unos panes para festejar la visita. De pronto, uno de los ángeles, el ángel del Señor, dio un paso adelante, miró a Abraham y le dijo: «Te voy a visitar el año que viene, y para entonces tu esposa Sara tendrá un hijo». Sara, que estaba escuchando, se rió para adentro. Pero el ángel le preguntó a Abraham: «¿Por qué se ríe Sara?». Sara salió y dijo: «Yo no me reí». ¿Por qué el ángel le hablo a Sara?

3. Dios te va a Hablar Cara a Cara.

Todas las veces que Dios le dijo que iba a tener un hijo se lo dijo a Abraham, pero nunca se lo había dicho a Sara cara a cara. No podés vivir por la fe de otros. No podés vivir de la prédica del pastor. Tiene que haber un momento en que Dios te hable cara a cara y te diga: «Te voy a bendecir, te voy a levantar, te voy a prosperar, te voy a honrar», y vos puedas decir: «El ángel del Señor vino a mi casa a decirme que voy a parir el sueño grande de mi vida». Tiene que haber un momento que Dios te hable a vos.

Dios habla normal. ¿Por qué será que cuando alguien dice: «Dios me habló», viene con algo raro? Dios te va a hablar para decirte que vas a tener a tu «Isaac», que quiere decir «risa». Dios va a hacer que puedas parir la risa que no tuviste en los últimos noventa años y te lo va a decir cara a cara.

¿Qué tenemos que hacer para recibir las bendiciones del Señor? Caminar a su lado. ¡Cuando caminás al lado del Señor, todas Sus bendiciones caen sobre tu vida!

Cuando nos alejamos del Señor decimos: «¿Por qué, Padre?, ¿por qué todo me sale mal? ¿Te olvidaste de mí, Señor?». Dios no nos dejó, ¡fuimos nosotros los que nos alejamos del Señor! Entonces, Dios nos dice: «Volvé a mí y caminá conmigo». A veces queremos «robarle» las bendiciones al Rey; por ejemplo, jugando al bingo. ¡Las bendiciones no se le roban al Señor sino que Él las suelta si elegimos caminar con Él! Esto no es que seas evangélico o católico, sino que camines con el Rey y hables cara a cara con Él.

¿Qué es la voluntad de Dios? Durante años nos traumatizaron con «la voluntad de Dios»… Decimos: «Señor, ¿compro o vendo?», «¿hago esto o hago aquello?», «¿qué decisión tomo?». A mí me enseñaron que «Dios tiene una mujer para tu vida y tenés que saber si es la voluntad de Dios». La voluntad de Dios no es una decisión que tenés que tomar sino una relación que tenés que tener. Podés tomar la decisión correcta y estar fuera de Su voluntad, porque ésta no es una decisión sino una relación. Pero si estás en comunión con Él, aunque tomes una mala decisión, todas las cosas Dios las cambiará para bien.

Sara quedó embarazada y llamó a su hijo «Isaac», que en hebreo quiere decir «risa». Ella dijo: «¡Voy a tener a risa porque Dios me ha hecho reír!».

(CONTINÚA…)

Por Bernardo Stamateas

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Psicólogo, docente, consultor familiar, conferencista y autor (Verdades Que Sanan, Desafíos Para Jóvenes y Adolescentes). Trabajé con la niñez y la formación de maestros de niños. Fui pastor de adolescentes y jóvenes por más de 10 años. En la actualidad me dedico a enseñar, escribir, dictar conferencias y dirigir www.devocionaldiario.org y www.desafiojoven.com, donde millones de personas son alentadas, edificadas y fortalecidas en su fe. Casado y padre de tres hijos.

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