el-poder-de-honrar-a-los-demasPredicaciones – El Poder de Honrar a los Demás 3

 

Continuemos.

Hace un tiempo, en la Escuela de éxito, se me acercó una mujer que era contadora y me dijo:
-Bernardo, yo no tengo una profesión tan linda como la tuya, yo no tengo la posibilidad que tenés vos de hablar a la gente, pero como contadora tengo el problema de que no consigo clientes. ¿Qué consejo me podés dar?
-Te voy a explicar por qué no conseguís clientes: Vos perdiste la batalla antes de ir a pelear al decir que tu profesión no es tan linda como la mía. Vos elegiste tu profesión, así que para vos es muy linda. Lo primero que tenés que hacer es validar lo que vos elegiste. Pensá en tres o cuatro beneficios que tiene la persona que te contrate a vos. Pensá en qué beneficios tendría yo si te contratara a vos. Tentame, porque no toda tentación es del diablo. Andá y me traés tres o cuatro buenos beneficios. Después vas a ir con eso a decirle a la gente esos beneficios: «Si vos me contratás a mí, te hago un balance gratis». Y la mujer se fue contenta.

Cuando validamos fortalecemos su autoestima y así la persona es capaz de liberar todo su potencial para abrir toda puerta que esté cerrada.

Va un hombre a comprar un par de zapatillas y cuando el vendedor le pregunta el talle él dice:
-Cuarenta y cinco.
-¡Ah! ¡No tenemos ese talle! ¡Con ese tamaño de pies a vos no te va nada!
Ese hombre no va a vender nunca, porque no sabe validar.
¡Tenemos que honrar al otro!

Va una mujer a comprar un perfume y el vendedor le dice:
-¡Pero este perfume es muy caro para usted!
-Disculpame -dice la mujer-, ¿vos tenés comisión si yo compro este perfume?
-No.
-Ah, entonces dame dos.
¿Qué necesidad tenía el vendedor de decirle: «No lo podes comprar»?

Cuando vos aprendés a honrar las puertas se abren; cuando aprendes a deshonrar las puertas se cierran. Jesús dijo: «No hay nadie más grande que Juan el Bautista»; y Juan el bautista decía de Jesús: «No hay nadie más grande que nuestro Señor». Cuando vos aprendés a honrar alguien, te va a devolver honra. El Bautista decía: «Yo no soy digno de atar la correa de sus zapatos», y Jesús dijo: «No hay profeta nacido más grande que Juan el Bautista». Porque cuando vos validás vos estás mandando el mensaje de que no tenés problemas de estima, que no competís, que no sos agresivo, que no sos amenazante, que no le vas a serruchar el piso a nadie, que vos sos generoso.

Narra la Biblia que una vez Dios le dijo a Moisés: «Moisés, quiero que elijas a setenta personas. A esos setenta que elijas Yo les voy a impartir el poder de Mi Espíritu Santo». Y Moisés eligió a setenta y el Espíritu cayó sobre esos setenta. Yo me puse a investigar quiénes eran esos setenta y descubrí que entre ellos estaban los líderes de los grupos. Y me puso a leer un poco más atrás, cuando Israel estaba preso en Egipto y los israelitas eran usados como esclavos. El pueblo judío tenía líderes de grupos, y los egipcios les pegaban a los líderes del grupo para que el líder del grupo les pegara a los esclavos. Pero había dos líderes que aunque los egipcios le pegaban, ellos no maltrataban al pueblo, y como no los maltrataban (eran los capataces), los egipcios los maltrataban más. Pasaron unos meses, Israel salió de Egipto, estaba en el desierto y Dios dijo: «Esa gente que fue lastimada pero que no lastimó, esa gente que maltrataron pero que honro a los demás, yo tengo un regalo para ellos: les voy a derramar Mi Espíritu Santo».

Hay un regalo de Dios grande sobre tu vida por honrar a los demás. Cuando honramos no solamente se libera el potencial, se abren las puertas y se mejora nuestra estima, sino que además nos sanamos. ¡Honrar tiene un poder extraordinario! Yo honre a mi mamá en una oportunidad en la Feria del Libro. Hice muchas presentaciones, pero esa vez me vine tan feliz, fue la mejor presentación, porque pude honrarla.

Me acuerdo que una vez fuimos a la casa de mi papá un grupo de pastores y él nos dio una palabra a cada uno. Después su salud se deterioró, ya no podía caminar. Yo le di las gracias a Dios porque lo pudimos honrar acá, levantándolo como pastor antes de que su salud se deteriorara. Hay poder en la honra.

(CONTINÚA…)

Por Bernardo Stamateas

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Psicólogo, docente, consultor familiar, conferencista y autor (Verdades Que Sanan, Desafíos Para Jóvenes y Adolescentes). Trabajé con la niñez y la formación de maestros de niños. Fui pastor de adolescentes y jóvenes por más de 10 años. En la actualidad me dedico a enseñar, escribir, dictar conferencias y dirigir www.devocionaldiario.org y www.desafiojoven.com, donde millones de personas son alentadas, edificadas y fortalecidas en su fe. Casado y padre de tres hijos.

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