Predicaciones Cristianas – Dar Gracias, Alabanza y Adoración a Dios 3
Continuemos.
D. El nivel de ascenso en alabanza y adoración determina el tipo de milagros que ocurrirán en un servicio.
Si el ascenso en la alabanza y la adoración no es lo suficientemente alto, entonces puede que se sane alguien de un dolor de cabeza pero nadie de un cáncer terminal. Es verdad que hay servicios, en que el ascenso es mayor que en otros; sin embargo, si queremos la gloria de Dios tenemos que llevar la alabanza a otro nivel. Cuando usted alaba y adora a Dios pero su estilo de vida no está santificado, no puede ascender a Su presencia, porque tiene un peso que no lo deja subir. Todo aquello que no esté alineado con Dios será un peso para usted y no lo dejará elevarse en la adoración. La Biblia llama a eso pecado (Hebreos 12:1)
En el ámbito espiritual el pecado es considerado gravedad espiritual. Hay niveles de la presencia de Dios a los que una persona no podrá ascender, no importa cuánto brinque, salte, se arrastre, se postre o grite. Si no está preparada para dejar caer el peso de pecado no podrá ascender. Por eso es que en los servicios, hay quienes entran en la presencia de Dios más rápido que otros, y algunos nunca entran, por causa del peso de su pecado. Ningún servicio en la iglesia debe volver al punto de partida o al nivel de ascenso en que estuvo la vez anterior.
No podemos vivir de las glorias de ayer; cuanto más alto subamos más gloria se derramará.
Estaba predicando en Maracaibo, Venezuela, cuando un milagro me asombró por la persistencia de la persona. Había allí una mujer que había ido a los Estados Unidos a buscarme para que orara por ella porque Dios le había dicho que cuando lo hiciera, sería sana. Esa vez no me encontró porque yo estaba de vacaciones. Luego, fue a buscarme a TBN (Trinity Broadcasting Network), porque se enteró de que sería anfitrión del programa «¡Praise the Lord!»; pero tampoco pudo dar conmigo porque salí rápido. Entonces, le llegó la noticia de que yo iba para Maracaibo. Una noche, cenando en Maracaibo, ella llegó al restaurante donde estábamos;, en silla de ruedas y sin poder hablar a causa de la enfermedad, después de siete horas de viaje, pues no podía subir a un avión. Si el esposo la acompañaba y yo le dije a él que la llevara a la cruzada para que Dios la sanara. El cáncer había tomado su cerebro y su cuerpo. El esposo la llevó a la cruzada y cuando estábamos todos alabando a Dios, yo comencé a enseñar acerca de la alabanza y la adoración. Todavía no había orado por nadie, cuando, de repente, aquella mujer que había entrado en silla de ruedas se levantó y comenzó a caminar y a hablar normalmente. Todo el pueblo de Dios se metió en alabanza de adoración, Su gloria cayó, y la mujer fue sanada al instante.
Ése es el tipo de atmósfera que Dios está buscando en nuestras reuniones e iglesias. Esa misma atmósfera la podemos producir en nuestra casa. Cuando adoremos a Dios en espíritu y verdad recibiremos la sanidad, el milagro y todo lo que Él tiene listo para nosotros. Hay personas que han hecho de todo pero no han alabado ni han adorado a Dios. Si nada le ha funcionado, mi consejo es que alabe y alabe hasta que el espíritu de adoración venga y que adore y adore hasta que la gloria de Dios venga, sane su cuerpo y haga un milagro en su vida. Hay quienes tienen más conocimiento de su circunstancia o problema que de Jesús mismo.
E. El propósito principal de la adoración es la intimidad con el fin de producir vida.
Si su adoración no produce vida entonces está muerta. La adoración es una relación íntima como la que se da entre el hombre y la mujer. Mis hijos nacieron como resultado de la intimidad entre mi esposa y yo. No fue una casualidad, se planificó, y como resultado dos vidas nuevas fueron creadas. Así es la adoración. Si la adoración del creyente está basada en el amor a Dios, ¿por qué le tienen que decir que cante y levante las manos?
(CONTINÚA…)
Extracto del libro “Cómo Caminar en el Poder Sobrenatural de Dios”
Por Guillermo Maldonado
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