Predicaciones – Los Golpes Inesperados de la Vida 3
Continuemos.
Cuando tengas un problema, buscá gente de fe y decile: «Necesito que nos pongamos de acuerdo en que voy a conseguir trabajo, en que me va ir bien». Tenés que ponerte de acuerdo con la gente de fe; tenés que buscar un Moisés y un Josué, porque Jesús dijo que si dos o tres nos ponemos de acuerdo, todo lo que le pidamos al Padre Él nos lo dará.
Para cada golpe del enemigo Dios tiene un plan. Moisés le dijo a Josué que se encargara de juntar a los mejores hombres y que él iría la cima de la montaña. Cuando Amalec te ataque, Dios siempre te va a dar un plan.
Cuando Dios lo llamó a Abraham, le dijo: «Quiero que me ofrendes a tu hijo Isaac, tu único hijo». Al otro día, Abraham se levantó muy temprano, tomó el burro, el hijo, el fuego, la madera y se puso en camino para ofrendar a Isaac. En este relato observé algo muy interesante. Dice La Palabra que Abraham se levantó muy temprano. Si dice que «se levantó» quiere decir que «durmió»; es decir, Abraham sabía que iba a ofrendar a su único hijo al día siguiente ¡y esa noche durmió! Dios me dijo que te diga que aún en los momentos más difíciles vamos a dormir tranquilos, porque Él nos va a dar descanso cuando Amalec nos ataque. Vamos a dormir bien a la noche porque siempre Dios tiene un as en la manga, un plan divino para destruir todos los golpes inesperados. ¡Dios también tiene un golpe inesperado para los golpes inesperados de la vida!
Segunda Ley: Ley de Los Dos Mundos.
Josué se quedó peleando. Esto representa lo natural, lo terrenal, la inteligencia, el esfuerzo. Pero Moisés se fue arriba a la montaña a levantar los brazos. Representa lo espiritual, amar a Dios, congregarse, alabar al Señor, estudiar La Palabra. Si Josué se quedaba solo peleando, él no podía vencer; y si Moisés se iba solo a la montaña tampoco podía vencer. ¡Los dos mundos trajeron victoria! Hay personas que pelean muy bien en lo material, trabajan, estudian, pero una situación difícil las derriba. También hay otras personas que se dedican a lo espiritual, adoran, vienen a la iglesia, pero también las pruebas de la vida las derriban. Pero cuando nos paramos firmes en el mundo natural y en el mundo espiritual, las pruebas no nos pueden derribar. Es decir, necesitamos usar los dos mundos y nos va a ir bien en ambos. Hay gente que logró todo en lo material y se pregunta: «¿Esto es la vida? ¿Esto es todo?». ¿De qué sirve ser Josué toda la vida si no tengo mi parte espiritual para encontrarme con el Señor?, pero, ¿de qué me sirve amar a Dios si no tengo nada de dinero?
José le interpretó el sueño de las vacas gordas y las vacas flacas a Faraón y él lo nombró ministro de Economía de Egipto. José pasó de ser un esclavo echado al pozo, sin ropa y sin dinero, a ser el ministro de Economía de la primera potencia mundial. La Biblia dice que el faraón lo llamó Zafenat Panea, que significa «el que revela los misterios», pero La Palabra siempre lo llama José. Tenemos que aprender que cuando el mundo nos ponga éxito material, nunca tenemos que olvidarnos de que somos José. ¡Nunca te olvides de tus orígenes espirituales, del nombre que el Padre del cielo te puso! Algunos Zafenat Panea se olvidan que son también José.
Las personas que Dios va a bendecir son aquellas que saben que son José, que Dios les ha dado un nombre para que amen al Padre, pero que también el mundo les va a dar éxito, porque nos va a ir bien en ambos mundos: en el espiritual y en el natural. Vamos a prosperar, avanzar, ascender, ser jefes, ser dueños; pero también nos va a ir bien en lo espiritual. Vamos a amar al Señor, a conocerle, a orar y las cosas van a suceder. ¡Soltaremos La Palabra y las cosas sucederán en los dos mundos!
(CONTINÚA…)
Por Bernardo Stamateas
Lee Los Golpes Inesperados de la Vida 4
Lee Los Golpes Inesperados de la Vida 5
Lee Los Golpes Inesperados de la Vida 6
