Predicaciones Cristianas – Profeta de Nuestra Propia Vida 2
Continuemos.
Romanos 4:19. Dios le dijo a Abraham: Yo te voy a dar un hijo, esa fue la promesa de Dios para él. Pero Abraham tenía casi 100 años y Sara era estéril, no podía concebir de ninguna manera, a veces Dios deja que lleguen las cosas al extremo; Abraham no se debilitó en la fe, al considerar su cuerpo. ¿Cuándo se debilita la fe? Cuando consideramos las circunstancias. La fe se fortalece cuando yo miro a Jesús, cuando yo miro la Palabra, no importa lo que yo pienso, lo que yo veo.
Vs.20. Tampoco dudó por incredulidad. Abraham no consideró las circunstancias y se fortaleció en la promesa que Dios le había dado. Cada vez que consideres las circunstancias la fe se debilita, pero cuando miro la Palabra de Dios mi fe se fortalece.
4. Cada Palabra es una Semilla.
Santiago 3:4-5. La lengua. La Biblia la compara con un timón. El timón le da dirección a la nave. O sea voy a terminar yendo hacia donde la lengua habla. La lengua me conduce a los puertos, lo que decimos construye el futuro. Dios nos ha creado a su imagen y nos ha permitido conectar la lengua con nuestro espíritu y con nuestra alma. Tenemos la capacidad creativa de hablar y de realizar un diálogo. Dios quiere que nosotros tengamos una comunicación creativa con él.
Mateo 12:36-37. Habla del día del Juicio, es el día en que cada uno de nosotros vamos a comparecer delante de Dios y tendremos que dar cuenta de cada palabra ociosa que hablemos. Palabras ociosas son palabras que no producen, lo ocioso es lo que no es productivo. A veces uno habla y se enreda, crítica, habla mal, murmura y no se da cuenta de lo que está haciendo, más las palabras ociosas no dejarán de ser juzgadas. Nosotros nos constituimos en profetas de nuestra propia vida. Lo que nosotros sembramos vamos a cosechar.
Gálatas 6:7. Si yo estoy sembrando palabras de disolución familiar, cosecharé disolución familiar; si estoy sembrando palabras de temor, de lo que le va a pasar a mis hijos, cosecharé problemas con mis hijos.
Génesis 8:22. Luego que Dios destruye a la tierra por el diluvio, le declara a Noé: Mientras este mundo exista no va a desaparecer la ley de la siembra y de la cosecha. Gálatas dice: «No os engañéis, Dios no puede ser burlado. Todo lo que el hombre sembrare, eso mismo cosechará.» Si yo siembro semilla de resentimiento, no puedo estar cosechando paz; si siembro violencia en mi hogar, no puedo estar cosechando bonanza en mi familia.
Lucas 6:43-45. Si planto higos voy a tener higos y no uvas, y una zarza nunca pueda dar uvas. Entonces según lo que hay en mi corazón, va a ser fruto de lo que voy a tener en la vida. Las palabras traen cosas, traen ira, dolor, miedo, al ser sembradas en el corazón. Muchas veces la angustia del alma es el resultado de la semilla que sé ha sembrado.
(CONTINÚA…)
Por Osvaldo Carnival
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