Predicaciones Cristianas – Somos la Casa de Dios 1

 

En la época de Jesús estaba el templo en Jerusalén, el lugar donde Dios vivía. Fue el templo que hizo Salomón, destruido durante muchos años, pero en la época de Jesús se reconstruyó.

¿Saben cuántos años tardaron en reconstruir el templo que era donde Dios vivía? 46 años se tardó en arreglar.

¿Saben cómo era de grande? Cinco canchas de fútbol, el 25% del territorio de Jerusalén era el templo y en el templo había un lugar que se llamaba el patio de los gentiles, que era para los no judíos, después estaba el patio de los judíos, el patio para las mujeres, el patio para los adoradores y había un lugar donde era el lugar santísimo que solo entraban los sumos sacerdotes.

¿Sabés cuantos sacerdotes trabajaban en el templo? 10000

¿Y qué hacían en el templo? Mataban animales, sacrificio a Dios.

¿Saben cuántos animales se mataban en la pascua? 30000 animales. Vos te imaginás en un día, 30000 animales el olor a sangre, a quemado.

Todos los judíos tenían que ir al templo una vez al año por lo menos a adorar a Dios, porque Dios habitaba en ese lugar santísimo. Había 20000 sacerdotes, llamados saduceos, que eran los aristócratas que estaban unidos al poder político, que son los que se van a reunir para matar al Señor. El templo era lo más hermoso que tenía Jerusalén, era el centro del mundo espiritual, todo el pueblo de Israel funcionaba en base al templo, había que llevar diezmo de comida, diezmo de dinero, había que hacer sacrificio, y entonces un día Jesús va caminando y ve una higuera que no tiene fruto, y la seca y dice: “nadie más va a comer de ti”. ¿Qué era esa higuera? Era el símbolo del templo. El Señor estaba anunciando que el templo iba a ser quitado a nivel espiritual.

Cuando sigue caminando Jesús le dice a los discípulos: “¿ven ese monte? Si le dicen con fe que se corra, se va a echar al mar”. ¿Saben qué era el monte? El templo. Jesús entra al templo y cuando entra tira la mesa de los que compraban y los que vendían, empieza a empujar a la gente, tira a los animales y dice: “mi casa la hicieron cueva de ladrones”. Cuando los religiosos escucharon eso dicen: “este nos va a quebrar el negocio”, entonces Jesús sale del templo, estamos en jueves a la noche, y se encuentra a cenar con los discípulos y les dice: “muchachos les voy a lavar los pies porque todos esos rituales de purificación que se hacen en el templo ya no van a existir mas”, y agarró un pan y vino y les dijo: “este pan es símbolo de los animalitos que se mueren y este vino es símbolo de la sangre, saben que esos animalitos no van a morir más y no van a derramar más su sangre porque este pan va a ser mi cuerpo y esta copa va a ser mi sangre que voy a derramar por ustedes”.

A Jesús lo toman el jueves a la noche, el viernes a las 9 de la mañana Jesús es crucificado, a las 3 de la tarde muere, (6 horas en la cruz). Cuando Jesús muere en el monte de la calavera, el monte estaba por arriba del templo, y cuando muere el velo que estaba en el templo que separaba el lugar donde entraba el sumo sacerdote, el lugar santísimo, ese velo se rompe de arriba para abajo. ¿Sabés qué significa eso? Que el templo a nivel espiritual ya no funciona más, porque Jesús que era el verdadero templo, fue al templo para que lo adoren a él, y no lo adoraron y Jesús dijo: esto no sirve más, es una higuera seca y Jesús murió y ahora él se fue a vivir dentro de nosotros y nosotros somos el templo de él.

Vos sos la casa donde vive Papá, Dios te habita, vos sos su casa y todo lo que hagas te saldrá bien. Dios vive en tu vida. Dios no vive en templo hecho de manos de hombres, Dios vive en nuestro corazón y donde vamos lo llevamos y lo que tocamos él toca y lo que hablamos él dice y lo que miramos él mira. Dios está en mí, no estuvo más en el templo. Cuando después los apóstoles siguieron yendo al templo era para predicarle a la gente y decir: muchachos ven esta cinco manzanas, estas piedras que pesan toneladas, que dieciocho mil personas construyeron durante 46 años, no es nada para Dios porque Dios no vive más aquí, se mudó y está en el corazón de todos los que le invitaron y le dijeron: “Señor venite a vivir conmigo”. Vos sos la casa de Papá, vos sos la casa de papá. Él está en mí.

(CONTINÚA…)

Por Bernardo Stamateas

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Psicólogo, docente, consultor familiar, conferencista y autor (Verdades Que Sanan, Desafíos Para Jóvenes y Adolescentes). Trabajé con la niñez y la formación de maestros de niños. Fui pastor de adolescentes y jóvenes por más de 10 años. En la actualidad me dedico a enseñar, escribir, dictar conferencias y dirigir www.devocionaldiario.org y www.desafiojoven.com, donde millones de personas son alentadas, edificadas y fortalecidas en su fe. Casado y padre de tres hijos.

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