5) Anime a vivir en santidad.

¡Los homosexuales no nacen! La sexualidad es una construcción social. Tim LaHaye dice: “se hacen al pensar positivamente acerca de las prácticas homosexuales, luego al participar en tales prácticas, que a su vez proveen placer y en consecuencia traen como resultado más pensamientos positivos hacia la homosexualidad, que conducen a mayor actividad homosexual, hasta que los pensamientos y las expresiones sexuales del individuo llegan a ser exclusivamente homosexuales”.5

Una persona puede abandonar la práctica de la homosexualidad, así como cambiar cualquier comportamiento sexual. Los científicos han descubierto que la función sexual se aprende, no viene de nacimiento. La sexualidad es un camino que se construye con experiencias y elecciones. Por lo tanto, anime a la persona a creer y a declarar que podrá vivir en santidad. No hay razón para que alguien diga: “Dios me hizo así, no tengo remedio y tampoco tengo culpa”. No es la naturaleza humana la que toma la decisión de cómo debe ser usado el cuerpo, sino la voluntad y, sin bien es cierto que la orientación sexual no se elige, sí se elige qué hacer frente a la misma.

Se debe enseñar la gran diferencia que existe entre sentirse atraído por una persona del mismo sexo y tener relaciones sexuales con ella. La inclinación y el deseo pueden persistir aún después de haber puesto punto final a la práctica homosexual; pero ya es un gran progreso. “Sería irreal creer que la persona que ha tenido práctica homosexual ya no tiene deseos o sentimientos homosexuales. Resultaría cruel e inhumano echar una carga de culpabilidad innecesaria sobre las personas por tener tales sentimientos. Esa reacción espontánea no es pecado. Sólo las fantasías lascivas y el prolongado deseo por el mismo sexo constituirían un patrón de pensamiento pecaminoso. No siempre puede uno controlar qué clase de pensamientos vienen a su mente, pero sí puede determinar por cuánto tiempo permanezcan allí”.6

En definitiva, al igual que los heterosexuales luchan contra pensamientos adúlteros, los homosexuales deberán cuidar sus mentes y corazones para no ser vulnerables frente a la tentación. Para todos los hijos de Dios es válido el mismo consejo: “llevemos cautivo todo pensamiento para que se someta a Cristo”, 2a Corintios 10:5.

6) Sea paciente.

Cuanto más tiempo se haya practicado la homosexualidad, más difícil será superarla. Por eso, quienes están en franca lucha con su sexualidad necesitan que se les escuche con mucha paciencia y comprensión. Sea compasivo; no condene. Todo proceso normalmente lleva tiempo. La nueva vida implica, muchas veces, avances y retrocesos. Entiéndase bien, no le sugerimos que disimule aquellas conductas que no se ajustan a la voluntad de Dios, ya que la paciencia no significa permiso para perseverar en el mal.

Tiempo atrás recibimos una carta en la que un homosexual justificaba su condición de la siguiente manera: “acepté a Jesús desde muy pequeño; hasta los treinta y seis años luché contra mi orientación sexual esperando infructuosamente que Dios me cambiara. Como no lo hizo, terminé aceptando mi homosexualidad con alegría y sin culpas”. El ser cristiano no nos hace inmunes frente a las tentaciones o al pecado. Aunque seremos tentados a pecar, Dios espera que resistamos a la tentación. Dios no hará por la persona lo que esa persona pueda hacer por sí sola. Filipenses 4:13 dice: “todo lo puedo en Cristo que me fortalece”. Note el sujeto y el verbo de este versículo: “yo puedo”. El milagro es la sociedad entre Dios y el hombre para que algo ocurra. Siempre requiere la participación humana. Dios va a hacer lo que yo no puedo hacer, pero no hará lo que yo tengo que hacer.

(CONTINÚA… DALE CLICK ABAJO EN PÁGINAS…)

1
2
3
Artículo anteriorSexualidad – LA LEY DEL CONOCIMIENTO
Artículo siguienteSexualidad – LA LEY DEL COMPLEMENTO
Psicólogo, docente, consultor familiar, conferencista y autor (Verdades Que Sanan, Desafíos Para Jóvenes y Adolescentes). Trabajé con la niñez y la formación de maestros de niños. Fui pastor de adolescentes y jóvenes por más de 10 años. En la actualidad me dedico a enseñar, escribir, dictar conferencias y dirigir www.devocionaldiario.org y www.desafiojoven.com, donde millones de personas son alentadas, edificadas y fortalecidas en su fe. Casado y padre de tres hijos.

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingresa para comentar!
Por favor ingresa tu nombre