¿Cómo se manifiesta un desajuste sexual en la mujer?

Se manifiesta como:

  1. Ausencia de deseo: probablemente la más grave de las inhibiciones femeninas. La mujer no tiene deseo, está vacía de sentimientos sexuales. Puede considerar una relación sexual como algo repulsivo, insoportable y acceder solamente a fin de conservar el matrimonio.

La falta de deseo puede asociarse al consumo de ciertos fármacos: narcóti­cos, morfina, heroína; que afectan el Sistema Nervioso Central. El estrés, la fatiga y los estados depresivos también afectan el deseo, disminuyéndolo o anulándolo.

2. Ausencia de orgasmo: algunas mujeres sienten deseos sexuales, pero tro­piezan al querer llegar al orgasmo.

Muchos matrimonios creen que el orgasmo se produce sólo por la penetra­ción y cuando esto no ocurre lleva a todo tipo de preocupaciones, como el tamaño del pene (demasiado grande o pequeño), el tamaño de la vagina, dudas de uno mismo como amante o de las habilidades del cónyuge en materia sexual, etc.

Las investigaciones demuestran que sólo el 30 % del total de las mujeres pueden tener regularmente orgasmos durante el coito. En otras palabras, la gran mayoría de las mujeres normales y sanas sólo llegan al clímax por estimulación del clítoris, no por penetración. Lo que para la gente es lo «normal» (estimulación por penetración del pene en la vagina) en realidad, las investigaciones demuestran que constituyen una excepción. El clítoris es el centro y el disparador del orgasmo femenino, pero ¡cuida­do!, no es un «botón automático», es necesario estimularlo de una manera gratificante, y eso depende de cada mujer; es tan personal, que algunos estudiosos (Hartman, Fithian y Campbell) hablan de la «huella dactilar del orgasmo».

NINFÓMANA ¿QUÉ ES?

Es la mujer que desea compulsivamente mantener relaciones sexuales. Es más un mito que una realidad. Cuando se presenta (muy raro) está asociada a enfermedades psiquiátricas graves. La persona no experimenta placer sino una obsesión por el coito.

«¿Qué podemos hacer para aumentar el deseo?»

Algunos consejos:

  1. Recuerden que hacer el amor puede durar tanto tiempo como todo el día.
  2. Elijan hacer el amor siempre.
  3. Practiquen, el amor simplemente da.
  4. Demuestren, la ternura no es debilidad, sino habilidad para amar.
  5. No se obsesionen por llegar al orgasmo.
  6. Preparen el ambiente.
  1. Recuerden que hacer el amor puede durar tanto tiempo como todo el día: si el trato entre esposos es amoroso, dulce; si las palabras expresan amor, si aún por la noche una mano se extiende como caricia sobre el cónyuge, es más probable que los encuentros sexuales lleven a una intimidad más gratificante, en la intensidad de un deseo compartido. ¡Disciplínense, es posible aprender este lenguaje del amor!
  2. Elijan hacer el amor siempre: incorporen en el cuadro de experiencias matutinas la disposición de amar y ser amado; tomando la iniciativa de expresar cada día el amor de manera fresca. ¡Adelante, es posible!
  3. Practiquen, el amor simplemente da: a menudo las esposas expresan que el esposo no da, sólo toma. Las estadísticas muestran que el desempeño masculino medido por la satisfacción de las mujeres es mediocre. ¡A cam­biar!
  4. Demuestren, la ternura no es debilidad, sino habilidad para amar: nuestra sociedad machista cría sus varones para competir y triunfar, para estar siempre dispuestos al sexo con cualquier mujer y a expresar poco de sus sentimientos; pena de confundirse con debilidad. Pero la ternura, el expresar amor con regalitos, flores, atenciones, palabras cariñosas, paga dividendos enormes porque no sólo muestra cuán importante es el cónyu­ge, sino que asegura un afecto siempre creciente. El comportamiento grose­ro del compañero inhibe el deseo sexual. Palabras ofensivas, actividad orientada con fines egoístas, falta de ternura, forzar a mantener actividades indeseadas (por ejemplo en posiciones incómodas o relaciones anales sin consentimiento) son comportamientos que inciden terriblemente y de ma­nera negativa en la excitación sexual femenina, generando resentimiento y apagando el amor. ¡No lo permitan!
  5. No se obsesionen por llegar al orgasmo: si el orgasmo se convierte en la meta, entonces todos los esfuerzos apuntarán en alcanzarlo, no permitien­do que sea el encuentro sexual el que dé satisfacción y alivio, sino sólo el «clímax» u orgasmo. Se suprime toda la riqueza de cariño y afecto por buscar una meta engañosa. ¡Aprendan a disfrutar de cada momento!Preparen el ambiente: el desempeño y la calidad orgásmica dependerán y mucho del ambiente en que se desarrolle la escena sexual. Dicho de otra manera, mi ambiente limpio, arreglado, perfumado, con luces tenues o el agregado de velas, música suave, (según las preferencias personales), son factores que impactan profundamente en el resultado de la experiencia sexual, siendo decisivo para las mujeres. ¡A esmerarse!

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Psicólogo, docente, consultor familiar, conferencista y autor (Verdades Que Sanan, Desafíos Para Jóvenes y Adolescentes). Trabajé con la niñez y la formación de maestros de niños. Fui pastor de adolescentes y jóvenes por más de 10 años. En la actualidad me dedico a enseñar, escribir, dictar conferencias y dirigir www.devocionaldiario.org y www.desafiojoven.com, donde millones de personas son alentadas, edificadas y fortalecidas en su fe. Casado y padre de tres hijos.

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