El Cuerpo – La Masturbación 2

 

Continuemos.

El niño viene al mundo con la necesidad de que le amen y le acaricien. Todo su cuerpo clama por ser acariciado y tocado.

Estamos en los 2-3 años aproximadamente. El niño expresará la necesidad de exploración corporal para poder ir integrando su esquema corporal, entrando así en contacto con su mundo corporal, el cual, al ir descubriéndolo encuentra uno de los placeres más satisfactorios que el ser humano puede experimentar: el placer corporal que ciertas zonas le provocan.

Freud consideró a la succión como la primera «succión placentera». La boca y los labios se consideran una enorme fuente de placer. Lo mismo que cuando toca diferentes cosas con el fin de explorar el mundo que lo rodea.

Esto era a lo que Freud se refería al descubrir el carácter analítico de la sexualidad infantil, es decir que la sexualidad aparece unida a otra necesidad fisiológica fundamental, y con el objetivo de satisfacer esa necesidad descubre este otro placer erótico concomitante. Así luego el niño buscará este placer por sí mismo separado de su función fisiológica.

La búsqueda de placer consiste en frotamientos, con ayuda de la mano, presión ejercida por los muslos, frotamiento con objetos, etc. El niño puede accidentalmente introducirse los juguetes entre las piernas percibiendo una sensación agradable mientras juega.

En el instituto Kinsey se han observado a niños masturbarse hasta alcanzar una sensación orgásmica igual a la del adulto (sin eyaculación obviamente) con movimientos rítmicos, mirada vidriosa, ausencias y agitaciones. Una vez alcanzado el orgasmo se reducía la erección y los niños se sumían en un estado tranquilo y sosegado.

Obviamente que no todos los niños que se masturban alcanzan el punto orgásmico. W. Stekel observó que los niños que se masturban a menudo suelen ser más sanos, enérgicos e inteligentes.

El niño descubre sus órganos genitales para reconocer su cuerpo y  para obtener placer.

Dicen Sarnoff y Sarnoff: «Así comprende que cuando realiza una determinada acción, experimenta determinadas sensaciones y comienza a coordinar sus acciones para producir estos efectos.»

Resumiendo, el objetivo psicodinámico es el de explorar su esquema corporal.

El hecho de que los padres censuren esta necesidad «normal» de integración corporal hará que el niño no complete su esquema corporal. Quedará su cuerpo incompleto y se producirá un escotoma, quedando parte de sus miembros por un lado y sus genitales «sucios», «feos», «peligrosos», «malos», etc. por el otro.

Quedará de «la cintura para arriba y de la cintura para abajo». Esto explica muchos conflictos psicocorporales que muchos adolecen. Sujetos que sienten sus manos, sus cabezas, sus hombros, pero no «lo otro», «aquello», manifestándose este escotoma.

Dice Sarnoff que todo niño tiene que desarrollar algunas características para la salud sexual emocional. El niño tiene que aprender el valor de una imagen positiva de su cuerpo y de sus capacidades intelectuales y creadoras. Esto le permitirá estar en condiciones de amar y ser amado por los demás.

Individualidad y capacidad de relación, desarrollar el sentido de la» propia individualidad y experimentar confianza y seguridad en sí mismo como para separarse emocionalmente de sus padres y responsabilizarse de su propia vida, liberación y refrenamiento, aprender a liberar y refrenar sus tensiones sexuales y no sexuales.

 

B. Fase Edípica (4 a 6 años).

Las causas desencadenantes son las sensaciones placenteras de la zona genital mucho más reconocidas que antes. El simple contacto genera una gran sensación placentera. Recordemos que esta erogenización de las zonas corporales son biopsíquicas.

El objetivo psicodinámico es el de aliviar la tensión acumulada, mediante la manipulación de la misma. Esta manipulación tiene también una función compensatoria de las múltiples frustraciones que sufre en su choque con la realidad.

Los niños aprenden a utilizar las fantasías masturbatorias para librar­se de tensiones e inquietudes emocionales vinculadas al crecimiento.

La masturbación compulsiva en esta edad nos habla de que el niño está atravesando por situaciones conflictivas y frustrantes «compulsi­vamente», es decir frecuentes. Cada vez que el niño se sienta exce­sivamente frustrado recurrirá a la masturbación como medio de obten­ción de placer y búsqueda de descarga de la tensión. Es entonces cuando el niño necesita mucho más apoyo y atención por parte de los padres.

(CONTINÚA…)

Extracto del libro “Perversiones Sexuales”

Por Bernardo Stamateas

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