Matrimonios Cristianos – La Respuesta Sexual Femenina y Masculina 3

 

Continuemos.

B. La Excitación en el Hombre.

Esta fase de excitación se reconoce cuando se ha producido la erección del pene, que es también, como en la mujer, el resultado de la vasodilatación, de la fluencia de sangre que llega a los cuerpos cavernosos, tejidos en forma de esponja, constituyentes del pene.

El escroto se hace más espeso y se ensancha, mientras que los testículos comienzan a elevarse (especialmente las cubiertas dérmicas que los cubren); comienzan a modificarse, a alisar los pliegues y se elevan parcialmente en dirección al abdomen para prestarles el suficiente calor y que los espermatozoides puedan llegar hasta la vagina con la tempe­ratura y las condiciones adecuadas.

Se produce también la erección de los pezones (al igual que en la mujer y que además es normal y no índice de ninguna homosexualidad).

En la pastoral debemos tener en cuenta que en esta fase: los pocos estímulos, la distracción, la no preocupación por el otro, los ruidos, los hijos que pueden aparecer, la tensión, el teléfono, un comentario inapropiado, la crudeza verbal, un dolor muscular, hijos en la misma habitación, ansiedad, pecados no resueltos, discusiones sin elaborar por la pareja, pensamientos que se cruzan, etc., hacen poca o nula la excitación anticipando el fracaso de la relación.

El bañarse y afeitarse dan muestras de importancia.

Las caricias en esta fase deben recorrer todo el cuerpo, sin apre­suramiento y con mucha suavidad.

 

3. Fase de Meseta.

Si la estimulación se continúa, entramos en lo que se llama fase de meseta. Si el estímulo es inadecuado o interrumpido el individuo no llega a esta fase y menos aún a la tercera del orgasmo.

Ésta es una fase de sostenimiento progresivo de la excitación; se llega a un determinado nivel de excitación. A esta fase se la llama también «Plataforma Orgásmica».

Las diferentes posturas, actos y todo aquello que les dé satisfacción y placer deben ser elegidos por ambos. Nadie puede decirle a la pareja qué es lo «mejor».

La mujer debe aprender a decir qué es lo que le gusta al igual que el hombre, ya que son ambos los que disfrutan de la relación y no como antes se creía, y por creerlo así sucedía, que era sólo el hombre.

La penetración debe ser hecha en forma lenta y delicada como un acto más de placer. En esta fase la tensión sexual y muscular aumenta.

 

A. La Meseta en la Mujer.

Los labios mayores pueden aumentar 2 o 3 veces su diámetro si la fase de meseta es prolongada; igual sucede con los labios menores cambiando su coloración desde el rosado hasta el rojo brillante. A este cambio en los labios menores se los ha denominado «piel sexual».

Toda mujer que está llegando a la fase orgásmica experimenta estos cambios de color en los labios menores. Las glándulas de Bartholin son glándulas vulvovaginales localizadas en cada uno de los labios menores, las cuales segregan un material mucoso y su función es entonces secretoria. Éstas contribuyen a la lubricación del introito, no a la lubri­cación del túnel vaginal. Esto se produce en la fase de meseta.

La vasodilatación provoca cambios en la zona vaginal; es decir que grandes cantidades de sangre inundan las paredes vaginales, la zona clitorideana, la zona de los genitales externos, e incluso a los órganos próximos como el recto y la vejiga.

En esta fase es más fácil que la mujer pierda excitación si sabe que su intimidad es peligrosa o incómoda, sea por los niños, etc.

La intimidad en la pareja es un concepto fundamental. El solo hecho de no resguardarse es motivo de muchos conflictos sexuales.

En esta fase es importante que el hombre estimule el clítoris. Puede ser en forma oral, manual, peneana o una combinación según la pareja elija. Durante la penetración, el roce del cuerpo peneano y el golpeteo de ambos pubis, continúan la estimulación clitorideana.

La zona vaginal tiende a estrecharse, otra maravilla de Dios, ya que no es importante la profundidad de la penetración (después explicaremos por qué) sino el frotamiento del pene sobre las paredes vaginales; aumentan las glándulas mamarias, el tejido que las rodea se vuelve más oscuro y prominente, el aumento del flujo sanguíneo aparece en la coloración rojiza de la piel (parecida al sarampión), aumento de la sen­sibilidad muscular, taquicardia (aumento de los latidos cardíacos) y de la entrada de aire (hiperventilación).

(CONTINÚA…)

Extracto del libro “Sexualidad y Erotismo en la Pareja”

Por Bernardo Stamateas

Lee La Respuesta Sexual Femenina y Masculina 4

Lee La Respuesta Sexual Femenina y Masculina 5

Artículo anteriorSexualidad – LA RESPUESTA SEXUAL FEMENINA Y MASCULINA 4
Artículo siguienteSexualidad – LA RESPUESTA SEXUAL FEMENINA Y MASCULINA 2
Psicólogo, docente, consultor familiar, conferencista y autor (Verdades Que Sanan, Desafíos Para Jóvenes y Adolescentes). Trabajé con la niñez y la formación de maestros de niños. Fui pastor de adolescentes y jóvenes por más de 10 años. En la actualidad me dedico a enseñar, escribir, dictar conferencias y dirigir www.devocionaldiario.org y www.desafiojoven.com, donde millones de personas son alentadas, edificadas y fortalecidas en su fe. Casado y padre de tres hijos.

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingresa para comentar!
Por favor ingresa tu nombre