1. Si uno enseña acerca de sexualidad, estimula la práctica.

El único caso comprobado es en el consumo de pornografía. Una comisión especial del Senado de Estados Unidos, después de un estudio, llegó a la conclu­sión, entre otras cosas, que se producía un incremento de la actividad sexual luego de las primeras exposiciones de material pornográfico. Nuestras encuestas demostraron que el 84 % de los varones y el 54 % de las mujeres menores a 20 años han visto material pornográfico.

  1. Enseñar acerca de anticoncepción aumenta la promiscuidad.

La realidad demuestra que no enseñar aumenta los abortos clandestinos, pe­ligrosos y culposos. Mahmoud Fathalla relata el siguiente caso: «La mujer está tan angustiada, que no puede explicar qué le pasa. El joven médico la examina y descu­bre que su útero ha sido perforado y que sus intestinos han sido arrastrados hacia el tracto reproductor en un chapucero aborto ilegal. Una cirugía le salva la vida, pero no el útero». A esta historia o a sus similares, las vemos repetirse cada día en los hospitales, tanto en mujeres solteras como en las casadas. Es hora de que entendamos que la promiscuidad y el aborto no se asocian con los conocimientos, sino con los valores. No son los conocimientos de sexualidad los que determinan los comportamientos sino las convicciones.

  1. La mujer debe ser pasiva y el hombre activo.

Este mito se relaciona con el machismo, ya que sostiene que el hombre necesita poco de la mujer para excitarse, en cambio ella «necesita mucho» para estar lista. Según este mito el hombre debe dirigir el acto sexual y no ser manejado por la mujer, no debe dejar que la mujer lo domine porque es de poco «macho».

Hasta tal punto «pega » la cultura, que algunos hombres dicen que las mujeres activas son las que tienen mucha experiencia sexual. Por este pensamiento, a la hora de hacer el amor muchas esposas prefieren ser pasivas y consideradas decentes, antes que disfrutar y ser vistas como «muy experimentadas».

¿SABE POR QUÉ EL HOMBRE CORTEJA A LA MUJER Y NO AL REVÉS?

Los rabinos judíos decían que el hombre debe buscar a la mujer porque ésta se formó de la costilla del varón y ahora él debe encontrar lo que perdió.

  1. ¡Cuidado! el pene puede quedar atrapado por la vagina.

Este mito resulta de observar el comportamiento de algunos animales o escuchar alguna historia al respecto. Pero no es posible que el pene quede atrapado en la vagina. Aun cuando la mujer presentara una contracción fuerte de los músculos perineales (cosa muy rara), el pene, por dolor, perdería la erección y así se libera­ría.

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Psicólogo, docente, consultor familiar, conferencista y autor (Verdades Que Sanan, Desafíos Para Jóvenes y Adolescentes). Trabajé con la niñez y la formación de maestros de niños. Fui pastor de adolescentes y jóvenes por más de 10 años. En la actualidad me dedico a enseñar, escribir, dictar conferencias y dirigir www.devocionaldiario.org y www.desafiojoven.com, donde millones de personas son alentadas, edificadas y fortalecidas en su fe. Casado y padre de tres hijos.

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