Doctrina Bíblica – Cristo Murió Para Aprender Obediencia y Ser Perfeccionado
Pasaje clave: Hebreos 2:10, 5:8.
El mismo libro en la Biblia que dice que Cristo «aprendió la obediencia» a través del sufrimiento, y que fue «perfeccionado por aflicciones», también dice que fue «sin pecado». «Cristo fue tentado en todo según nuestra semejanza, pero sin pecado» (Hebreos 4:15).
Esta es la enseñanza consecuente de la Biblia. Cristo fue sin pecado.
Aunque era el divino Hijo de Dios, era realmente humano, con todas nuestras tentaciones y apetitos y debilidades físicas. Sintió hambre (Mateo 21:19) y enojo y aflicción (Marcos 3:5) y dolor (Mateo 17:12). Pero su corazón amaba perfectamente a Dios, y actuó de acuerdo con ese amor: «no hizo pecado, ni se halló engaño en su boca» (1º Pedro 2:22).
Por consiguiente, cuando la Biblia dice que Jesús «por lo que padeció aprendió la obediencia», no quiere decir que aprendió a dejar de desobedecer. Quiere decir que con cada nueva experiencia aprendió en la práctica –y en el dolor-lo que significa obedecer. Cuando dice que fue «perfeccionado por aflicciones», no quiere decir que fue gradualmente librándose de defectos. Quiere decir que fue gradualmente colmando la perfecta justicia que tenía que tener a fin de salvarnos.
Eso fue lo que dijo en su bautismo. Él no tenía que ser bautizado porque fuese un pecador. Más bien, según le explicó a Juan el Bautista, «así conviene que cumplamos toda justicia» (Mateo 3:15).
El punto es este: Si el Hijo de Dios habría ido desde la encarnación a la cruz sin una vida de tentación y dolor para probar su justicia y su amor, no habría sido un adecuado Salvador para el hombre caído. Su sufrimiento no solo absorbió la ira de Dios. También realizó su verdadera humanidad y lo hizo capaz de llamarnos hermanos y hermanas (Hebreos 2:17).
Extracto del libro “La Pasión de Jesucristo”
Por John Piper