Doctrina Bíblica – Cristo Murió Para Reunir a Sus Ovejas Dispersas por el Mundo

 

Pasaje clave: Juan 11:51-52, Juan 10:16.

Cuando vienes a ver, un burro puede hablar por Dios (Números 22:28). Y lo mismo un predicador o un sacerdote. Esto le ocurrió a Caifás, que era el sumo sacerdote en Israel cuando Jesús fue juzgado y condenado a muerte. Sin saber lo que decía, dijo a los líderes de Israel: «Nos conviene que un hombre muera por el pueblo, y no que toda la nación perezca» (Juan 11:50). Esto tenía un doble significado. Caifás quería decir: Es mejor que Jesús muera que no que los romanos acusen a la nación de traición y destruyan al pueblo.

Pero Dios tenía otro significado. Por eso, la Biblia dice: «(Caifás) no lo dijo por sí mismo, sino que como era el sumo sacerdote aquel año, profetizó que Jesús había de morir por la nación; y no solamente por la nación, sino también para congregar en uno a los hijos de Dios que estaban dispersos» (Juan 11:51-52).

El mismo Jesús dijo la misma cosa con una diferente metáfora.

En lugar de «hijos… dispersos», habló de «ovejas» fuera del redil de Israel: «También tengo otras ovejas que no son de este redil; aquéllas también debo traer, y oirán mi voz; y habrá un rebaño, y un pastor» (Juan 10:16).

Ambas maneras de decirlo son asombrosas. Enseñan que por todo el mundo hay personas que Dios ha escogido para ser alcanzadas y salvadas por Jesucristo. Hay «hijos de Dios… dispersos». Ellos son «ovejas no de este redil (judío)».

Esto quiere decir que Dios es muy agresivo en reunir a su pueblo para su Hijo. Llama a su pueblo a hacer discípulos, pero también va delante de ellos. Tiene un pueblo escogido antes de que sus mensajeros lleguen allá. Así que Jesús habla de conversos que Dios ha hecho suyos y luego han sido llevados a Cristo. «Todo lo que mi Padre me da vendrá a mí, y al que a mí viene, no lo echo fuera… Tuyos eran, y me los diste» (Juan 6:37; 17:6).

Es asombroso que Dios tenga su mirada puesta en todos los pueblos del mundo y nombra un redil para sí, y entonces envía misioneros en el nombre de Cristo, y después dirige a sus escogidos en son evangelizador y los salva. No podrían ser salvos de otra manera. Las misiones son esenciales. «Las ovejas oyen su voz, ya sus ovejas llama por su nombre y las saca… y las ovejas le siguen, porque conocen su voz» (Juan 10:3-4).

Jesús sufrió y murió para que las ovejas puedan oír su voz y vivir.

Eso es lo que Caifás dijo sin saberlo: «Jesús moriría… no solamente por la nación, sino también para congregar en uno a los hijos de Dios que estaban dispersos». Él dio su vida para reunir las ovejas.

Por su sangre compró la misericordia que hace su voz inconfundible para los suyos. Ore que Dios aplique esa misericordia a usted, y que usted pueda oírla y vivir.

Extracto del libro “La Pasión de Jesucristo”

Por John Piper

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Psicólogo, docente, consultor familiar, conferencista y autor (Verdades Que Sanan, Desafíos Para Jóvenes y Adolescentes). Trabajé con la niñez y la formación de maestros de niños. Fui pastor de adolescentes y jóvenes por más de 10 años. En la actualidad me dedico a enseñar, escribir, dictar conferencias y dirigir www.devocionaldiario.org y www.desafiojoven.com, donde millones de personas son alentadas, edificadas y fortalecidas en su fe. Casado y padre de tres hijos.

2 Comentarios

  1. Hola! Estoy interesada en recibir este devocional en mi correo electronico a diario; que tengo que hacer?

    Gracias, bendiciones!

    • Hola Hannia. ¡¡Bienvenida!! Sólo tenes que registrarte en la página, en la parte superior derecha y seguir las indicaciones. Bendiciones!!

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