La Doctrina de la Biblia – La Necesidad de las Escrituras 1

 

¿Para qué es necesaria la Biblia?

¿Cuánto pueden las personas saber de Dios sin la Biblia?

¿Necesitamos tener la Biblia, o tener alguien que nos diga lo que la Biblia dice, a fin de saber que Dios existe?

¿La necesitamos para saber que somos pecadores que necesitan salvación?

¿La necesitamos para saber cómo hallar la salvación?

¿La nece­sitamos para conocer la voluntad de Dios en cuanto a nuestra vida?

Preguntas como estas son las que una investigación de la necesidad de la Biblia intenta contestar.

 

Explicación y Base Bíblica.

La necesidad de la Biblia se puede definir como sigue: Tener necesidad de la Biblia quiere decir que necesitamos la Biblia para conocer el evangelio, para mantener la vida es­piritual y para conocer la voluntad de Dios, pero no la necesitamos para saber que Dios existe ni para saber algo ai cuanto al carácter de Dios y sus leyes morales.

Esa definición ahora se puede explicar en sus varias partes.

 

A. La Biblia es Necesaria Para Conocer el Evangelio.

En Romanos 10:13-17 Pablo dice: Porque «todo el que invoque el nombre del Señor será salvo». Ahora bien, ¿cómo invocarán a aquel en quien no han creído? ¿Y cómo creerán al aquel de quien no han oído? ¿Y cómo oirán si no hay quien les predique?… Así que la fe viene como resultado de oír el mensaje, y el mensaje que se oye es la palabra de Cristo.

Esta afirmación sigue la siguiente línea de razonamiento:

1. Primero, da por sentado que uno debe invocar el nombre del Señor para ser salvo. (En el uso pauli­no generalmente y en este contexto específico (vs.9), «el Señor» se refiere al Señor Jesucristo).

2. Una persona sólo puede invocar el nombre de Cristo si cree en él (es decir, que él es un Salvador digno de invocar y que responderá a los que le invocan).

3. Nadie puede creer en Cristo a menos que haya oído de él.

4. Nadie puede oír de Cristo a menos que alguien le hable de Cristo (un “predicador”).

5. La conclusión es que la fe que salva viene por el oír (es decir, por oír el mensaje del evangelio), y este oír el mensaje del evangelio viene mediante la predicación de Cristo. La implicación parece ser que sin oír la predicación del evangelio de Cristo nadie puede ser salvo.

Este pasaje es uno de los varios que muestran que la salvación eterna viene sólo mediante la creencia en Cristo y no hay otro camino. Hablando de Cristo, Juan 3:18 dice: «El que cree en él no es condenado, pero el que no cree ya está condenado por no haber creído en el nombre del Hijo unigénito de Dios». De manera similar, en Juan 14:6 Jesús dice: «Yo soy el camino, la verdad y la vida. Nadie llega al Padre sino por mí».

Pedro, cuando lo llevaron ante el sanedrín, dijo: «En ningún otro hay salvación, porque no hay bajo el cielo otro nombre dado a los hombres mediante el cual po­damos ser salvos» (Hch.4:12). Por supuesto, la exclusividad de la salvación por Cristo se debe a que Jesús es el único que murió por nuestros pecados y el único que pudo haberlo hecho. Pablo dice: «Porque hay un solo Dios y un solo mediador en­tre Dios y los hombres, Jesucristo hombre, quien dio su vida como rescate por todos» (1 Ti 2:5-6).

No hay otra manera de reconciliamos con Dios que por medio de Cristo, porque no hay otra manera de lidiar con la culpa de nuestros pecados ante un Dios santo.

Pero si las personas solo pueden salvarse por fe en Cristo, alguien pudiera pre­guntar cómo los creyentes bajo el antiguo pacto podían salvarse. La respuesta debe ser que los que se salvaron bajo el antiguo pacto también se salvaron me­diante la fe en Cristo, aunque su fe fue una fe que miraba hacia adelante basada en la Palabra de Dios que prometía el advenimiento de un Mesías o un Redentor.

(CONTINÚA…)

Extracto del libro “Teología Sistemática”

Por Wayne Grudem

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Psicólogo, docente, consultor familiar, conferencista y autor (Verdades Que Sanan, Desafíos Para Jóvenes y Adolescentes). Trabajé con la niñez y la formación de maestros de niños. Fui pastor de adolescentes y jóvenes por más de 10 años. En la actualidad me dedico a enseñar, escribir, dictar conferencias y dirigir www.devocionaldiario.org y www.desafiojoven.com, donde millones de personas son alentadas, edificadas y fortalecidas en su fe. Casado y padre de tres hijos.

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