La Doctrina de la Biblia – La Suficiencia de las Escrituras 1

 

¿Es la Biblia suficiente para saber lo que Dios quiere que pensemos y hagamos?

 

Explicación y Base Bíblica.

¿Debemos buscar otras palabras de Dios además de las que tenemos en la Bi­blia?

La doctrina de la suficiencia de la Biblia considera este asunto.

 

A. Definición de la Suficiencia de la Biblia.

Podemos definir la suficiencia de la Biblia como sigue: La suficiencia de la Biblia quiere decir que la Biblia contiene todas las palabras de Dios que el quería que su pueblo tu­viera en cada etapa de la historia de la redención, y que ahora contiene todo lo que necesita­mos que Dios nos diga para salvación, para confiar en el perfectamente y para obedecerle perfectamente.

Esta definición hace énfasis en que es solo en la Biblia donde debemos buscar las palabras de Dios para nosotros. También nos recuerda que Dios considera que lo que nos ha dicho en la Biblia es suficiente para nosotros, y que debemos regoci­jamos en la estupenda revelación que nos ha dado y estar contentos con ella.

Significativo respaldo bíblico y explicación de esta doctrina se halla en las pala­bras de Pablo a Timoteo: « Desde tu niñez conoces las Sagradas Escrituras, que pue­den darte la sabiduría necesaria para la salvación mediante la fe en Cristo Jesús» (2º Tim.3:15). El contexto muestra que «las Sagradas Escrituras» aquí significan las pa­labras escritas de la Biblia (2º Tim.3:16).

Esto es una indicación de que las palabras de Dios que tenemos en la Biblia son todas las palabras de Dios que necesitamos a fin de ser salvos; estas palabras pueden hacemos sabios «para la salvación». Esto lo confirman otros pasajes que hablan de las palabras de la Biblia como los medios que Dios usa para llevamos a la salvación (Stg.1:18, 1º P.1:23).

Otros pasajes indican que la Biblia es suficiente para equipamos para vivir la vida cristiana. Pablo de nuevo le escribe a Timoteo: «Toda la Escritura es inspirada por Dios v útil para enseñar, para reprender, para corregir y para instruir en la justi­cia, a fin de que el siervo de Dios esté enteramente capacitado para toda buena obra» (2º Tim.3:16-17).

Aquí Pablo indica que un propósito por el cual Dios hizo que se escribiera la Bi­blia fue capacitamos para que podamos estar «enteramente capacitado para toda buena obra». Si hay alguna «buena obra» que Dios quiere que el creyente haga, este pasaje indica que Dios ha hecho provisión en su Palabra para capacitar al cre­yente para eso. Así que no hay ninguna «buena obra» que Dios quiera que haga­mos aparte de las que se enseñan en alguna parte en la Biblia; ella puede capacitamos para toda buena obra.

Una enseñanza similar se halla en el Salmo 119: «Dichosos los que van por ca­minos perfectos, los que andan conforme a la ley del Señor» (vs.1). Este versículo mues­tra un equivalente entre ser “perfectos” y «andar conforme a la ley del Señor»; los que son perfectos son los que andan en la ley del Señor. Aquí de nuevo tenemos una indicación de que todo lo que Dios requiere de nosotros consta en su palabra escrita; simplemente hacer todo lo que la Biblia nos ordena es ser intachables a los ojos de Dios.

Para ser moralmente perfectos a los ojos de Dios, entonces, ¿qué debemos ha­cer además de lo que Dios nos ordena en la Biblia? ¡Nada! ¡Nada en absoluto! Si guardamos las palabras de la Biblia seremos «perfectos» y estaremos haciendo «toda buena obra» que Dios espera de nosotros.

(CONTINÚA…)

Extracto del libro “Teología Sistemática”

Por Wayne Grudem

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Psicólogo, docente, consultor familiar, conferencista y autor (Verdades Que Sanan, Desafíos Para Jóvenes y Adolescentes). Trabajé con la niñez y la formación de maestros de niños. Fui pastor de adolescentes y jóvenes por más de 10 años. En la actualidad me dedico a enseñar, escribir, dictar conferencias y dirigir www.devocionaldiario.org y www.desafiojoven.com, donde millones de personas son alentadas, edificadas y fortalecidas en su fe. Casado y padre de tres hijos.

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