Pasaje clave: Efesios 1:3.
Disfruta este pack de poderosas bendiciones:
¡Redimidos! (Efesios 1:7). Redención significa «una liberación gracias al pago de un rescate». Dios pagó como precio del rescate la vida de su Hijo, por lo tanto su Sangre derramada nos redime, nos trae liberación. Somos liberados del imperio de la muerte, del imperio de Satanás y de la esclavitud al pecado y somos trasladados al Reino de vida de su Hijo (Col.1:13 -14). La Sangre fue derramada para nuestra liberación, nos hizo libres e hijos del Padre (1°P.1:18-19, Tito 2:14, Ro.3:24).
¡Perdonados! (Hechos10:43). La redención incluye el perdón de los pecados. Cuando Jesús murió, toda nuestra pecaminosidad y nosotros mismos, los pecadores, fuimos juzgados por Dios. Pero al creer en Él recibimos el perdón de los pecados. Esta es la gran bendición de sabernos perdonados por Dios y sin culpas delante de Él (Ro.4:7-8, 1°Jn.1:9, 2:12).
¡Reconciliados! (Romanos 5:10). Reconciliación es cambiar de enemistad en amistad. El pecado nos había matado (Efesios 2:1), pero Jesús ¡nos reconcilió con Dios! Por nuestros pecados éramos sus enemigos, pero por la muerte de Jesús fuimos hechos sus amigos. Por lo tanto, el que cree en Jesús y le recibe en su vida se reconcilia con Dios. Ahora nuestra relación con Dios ha sido restaurada y somos hijos del Papá celestial.
Piénsalo.
¿Entiendes el precio que pagó Jesús, por amor a ti y a mí, para redimirnos, perdonarnos y reconciliarnos con Dios?
Es un buen motivo para que ahora mismo le digas: “Te amo Señor porque todo lo has hecho por mí y para tu gloria. Me has redimido, me has reconciliado y me has perdonado. Gracias por regalarme estas poderosas bendiciones”.
Por Edgardo Tosoni
