Pasaje clave: Números 13:25-33.
1. Introducción.
12 espías fueron enviados a reconocer la tierra. 10 de ellos presentaron un informe muy negativo y pesimista. Sólo Josué y Caleb hablaron palabras diferentes. Sin embargo la influencia de los 10 fue más poderosa.
Nosotros también tenemos una “tierra” que conquistar: Son los sueños y las metas que nos hemos establecido. ¿Podremos hacerlo? ¿Podremos ir y tomar esta tierra?
Veamos tres posibles obstáculos que debemos enfrentar y superar para que podamos alcanzar nuestro sueño.
2. Primer Obstáculo: Enfocarnos en los Problemas y no en las Soluciones.
Los 10 espías estaban más concentrados en los “problemas” que en las posibles soluciones. Para ellos los problemas eran más grandes que el poder de Dios y los gigantes más poderosos que la fe. Sus palabras lo muestran claramente:
“No podemos subir contra ellos”. “Son más fuertes que nosotros”. “Sus ciudades son grandes y fortificadas”. “La tierra se traga a sus moradores”. “Son todos hombres grandes”. “Son una raza de gigantes”. “Nosotros somos como langostas”.
Los problemas están allí para enfrentarlos y solucionarlos, no para que me paralicen. Cuando te sientas desalentado, enfrenta el problema y actúa.
Si tengo una actitud de gozo y de fe en el poder de Dios veré los problemas no como obstáculos sino como desafíos. No serán montañas frente a mí, sino escalones que me permitan avanzar y crecer. Que los problemas no te detengan por que vos sos un solucionador de problemas.
3. Segundo Obstáculo: La influencia Negativa de Personas sin Fe.
Los 10 espías desalentaron a todo el pueblo con sus palabras negativas, con su falta de visión y su incredulidad en el poder de Dios. En Números 14 vemos el efecto negativo que tuvo sobre el pueblo: “La congregación gritó y dio voces”. “El pueblo lloró y se quejó contra los líderes”. “Desearon morirse en el desierto”. “Culparon a Dios de su inminente desgracia”. “Armaron una revuelta para volver a Egipto”.
No se necesita una multitud de incrédulos, sino una pocas personas influyentes, sin fe y sin visión, para frustrar e impedir cualquier sueño. No permitamos que el pesimismo y el negativismo de otros nos impidan alcanzar nuestras metas. Si no corro riesgos jamás seré nada y jamás tendré nada. Soñemos con nuestras metas. Deseémoslas intensamente. Hablemos con otras de ellas. Y oremos intensamente hasta verlas hechas realidad. Somos superadores de obstáculos. Somos conquistadores de imposibles.
4. Tercer Obstáculo: Falta de Voluntad para Pagar el Precio.
Si deseo tener éxito debo trabajar. Esto se aplica en todas las áreas de la vida. Y no sólo debo trabajar sino también perseverar. No desanimarme.
Veamos cómo se expresa la falta de voluntad:
- “No tengo ganas”.
- “Que lo hagan otros, yo estoy ocupado”.
- “Yo no puedo, tengo otras cosas que hacer”.
- “¿Para qué? Si todo es igual”.
- “Soy muy joven para esto”.
- “Ya soy muy grande para esto”.
- “A mí nadie me pidió mi opinión ¿Por qué tengo que hacerlo?”.
- “No puedo. Tengo que estudiar”.
- “No puedo. Yo trabajo”.
- “No puedo. Mi esposo y mis hijos no me dejan”.
- “No puedo. Mi esposa no me apoya”.
- “Es trabajo para los líderes”.
- “Estoy cansado. Liderar un grupo pequeño una vez por semana es agotador”.
De más está decir que cualquiera de estas actitudes entorpecen cualquier sueño e impiden alcanzar cualquier meta. Para lograr nuestros sueños (personales y como iglesia) tenemos que trabajar, esforzarnos y no desanimarnos antes los problemas.
2º Tim.2:6. Si quiero ver los frutos tengo que trabajar y motivarme pensando en la recompensa que obtendré.
Por Edgardo Tosoni
