Pensamientos – El Perdón de Dios
Venid luego, dice Jehová, y estemos a cuenta: si vuestros pecados fueren como la grana, como la nieve serán emblanquecidos; si fueren rojos como el carmesí, vendrán a ser como blanca lana (Isaías 1.18).
Bienaventurado aquel cuya transgresión ha sido perdonada, y cubierto su pecado. Bienaventurado el hombre a quien Jehová no culpa de iniquidad, Y en cuyo espíritu no hay engaño (Salmo 32.1–2).
Si confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados, y limpiarnos de toda maldad (1 Juan 1.9).
Cuando Jesús nos dijo que orásemos por el perdón de nuestras deudas, como nosotros perdonamos a nuestros deudores, sabía quién sería el que pagaría la deuda. Cuando colgado de la cruz exclamó: «Consumado es»… ¡la deuda se pagó!
Hay algunos hechos que nunca cambiarán. Uno de ellos es que eres perdonado. Si estás en Cristo, cuando Él te mira, tus pecados están cubiertos: no los ve. Él te ve mejor a ti de lo que tú te ves a ti mismo. Y esa es una gloriosa realidad en tu vida.
Extracto del libro “Promesas Inspiradoras”
Por Max Lucado