Inicio Artículos Artículos – Marcos Witt PERMITA QUE SUS LÍDERES COMETAN ERRORES 2

Artículos – Marcos Witt PERMITA QUE SUS LÍDERES COMETAN ERRORES 2

Artículos Para Líderes – Permita Que Sus Líderes Cometan Errores 2

 

Continuemos.

A lo largo de nuestro crecimiento ministerial siempre hubo instructores de vuelo que en algún momento gritaron: «Mi avión». Y segura­mente esto nos ayudó a aprender a volar a través del principio de error-corrección, ya que un grado de diferencia en los instrumentos de la nave puede causar graves inconvenientes.

Una tarde el instructor le habló a la torre de control y le dijo: «Torre, quiero avisarles que tengo un alumno que hoy va a volar por pri­mera vez solo». Esas palabras del instructor eran para alertar a la torre de que se cuide: «Sálvese quien pueda». De repente, se baja el instructor y me dice «hasta luego», y me encontré sólo con el Espíritu Santo. El momento que tanto esperé, había llegado. Grité con voz de júbilo: «¡Gloria a Dios, estoy volando sólito, aleluya!».

Despegar es lo más fácil, pero de pronto me di cuenta que tenía que aterrizar, entonces mi grito fue otro: «¡Espíritu Santo, recuérdame todas las cosas que el instructor me enseñó!». En ese ins­tante nadie podía gritar: «Mi avión», ese era mi avión. Gracias a Dios sobreviví a ese primer ate­rrizaje solo. Alguien permitió que yo cometiera errores y me corrigió, para que aprendiera. Permita que sus líderes cometan errores. Les va a hacer bien ya que «fracasar» es la oportunidad de comenzar de nuevo más inteligentemente.

Cuenta la Biblia que un hombre fue ante Jesús y le contó lo siguiente: «Cuando llegaron al gentío, vino a Él un hombre que se arrodilló delante de Él, diciendo: Señor, ten misericordia de mi hijo, que es lunático, y padece muchí­simo; porque muchas veces cae en el fuego, y muchas en el agua. Y lo he traído a tus discí­pulos, pero no le han podido sanar. Respondiendo Jesús, dijo-. ¡Oh generación incré­dula y perversa! ¿Hasta cuándo he de estar con vosotros? ¿Hasta cuándo os he de soportar? Traédmelo acá. Y reprendió Jesús al demonio, el cual salió del muchacho, y éste quedó sano desde aquella hora. Viniendo entonces los discí­pulos a Jesús, aparte, dijeron: ¿Por qué nosotros no pudimos echarlo fuera? Jesús les dijo: Por vuestra poca fe; porque de cierto os digo, que si tuviereis fe como un grano de mostaza, diréis a este monte: Pásate de aquí allá, y se pasará; y nada os será imposible» (Mateo 17:14-20).

Cuando los discípulos regresan, le dicen al Señor: «¿Por qué no salió el demonio con nues­tras palabras?». Pero Jesucristo no les dijo: «Muchachos, es que todavía no pueden echar fuera demonios. Tienen que llamar a discípulos como Pedro». Nosotros les hubiéramos contes­tado eso: «¿A ti quién te dijo que podías echar fuera demonios? ¿Es que no sabías que ese ministerio no te corresponde a ti?». Sin embargo, el Señor permite que cometamos errores. Pastor, permita que sus líderes y pastores asistentes cometan errores.

Un líder debe ser lo suficientemente grande como para admitir sus errores, lo suficiente­mente inteligente como para aprovecharlos y suficientemente fuerte como para corregirlos. ¡Qué difícil es admitir que no somos perfectos! Pero una vez que nos damos cuenta, podemos ser suficientemente inteligentes como para uti­lizar nuestros errores y suficientemente fuertes para corregirlos.

Extracto del libro «Cómo Ejercer la Verdadera Autoridad»

Por Marcos Witt

No hay comentarios

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingresa para comentar!
Por favor ingresa tu nombre

Salir de la versión móvil