«POR AMOR DE SU NOMBRE»
A las ovejas les enseñamos a vivir bien, dentro de los parámetros bíblicos, no porque queremos que nos representen bien a nosotros ni porque queremos que las personas se queden impresionadas con nuestra tarea de pastor, sino por amor del nombre de nuestro precioso Señor y Salvador Jesucristo. Es por Él que lo hacemos todo.
Para ser sincero, temo que muchas veces perdemos de vista por qué pastoreamos. Nos preocupamos mucho por tener un redil numeroso o perfecto para que nuestros consiervos y colegas se impresionen de lo que estamos haciendo. O incluso, a veces estamos tratando de impresionar a alguien que simplemente está en nuestra memoria, e incluso a Dios. Cuidado. Si es así, tiene la motivación equivocada. Incluso cuando estamos pensando en Dios como un capataz violento que solo quiere resultados. Cuando la motivación del pastor es cualquier otra que no sea el beneficio directo de que la oveja ame más al Señor y lo conozca con mayor intimidad, es una motivación incorrecta.
Ya mencionamos que vivimos en una época de culto a las celebridades. Las masas admiran, aplauden y celebran cada movimiento y acción, buenos o malos, de ciertas personalidades. En muchos lugares, los noticieros han rediseñado sus formatos para acomodar la noticia de la farándula o del mundo del entretenimiento. Un día, al abrir la página en la Internet, de donde leo las noticias, me di cuenta de cuán desbalanceada se encuentra esta mentalidad. En primera plana, como noticia más importante del día (para este noticiero), estaba una foto de una actriz norteamericana que volvía a la corte, ya que había violado los términos penales establecidos por el juez desde su última visita a la corte y hoy tenía que aparecer para dar fe de sus actos y enfrentar una posible cárcel. Esta era la noticia principal para este portal noticiero muy importante. En un recuadro, al pie de página, como noticia secundaria o terciaria, había solo una nota (sin foto) referente a un terremoto ocurrido en cierta región del mundo con X cantidad de muertos. Fue difícil de digerir para mí. Es decir, los editores de este portal de noticias importante conocen lo suficientemente bien a su público como para saber que la noticia más importante para ellos era la de la actriz, y deliberadamente decidieron enfatizar esa noticia y suprimir la más importante de los dos acontecimientos. ¿Por qué sucede este fenómeno? Por la cultura de adulación a celebridades que nos enseña que: «Fama es igual a éxito y éxito es igual a importancia». ¿Es eso cierto?
LOS MEJORES LÍDERES PUEDEN VER EL LUGAR QUE NOS ESPERA Y HACIA DÓNDE NOS DIRIGIMOS.
¿A qué viene mi comentario? En muchos círculos eclesiásticos, hemos elevado la posición del pastor a un lugar que no corresponde ni es correcto. Lamentablemente, la iglesia ha bebido del peligroso elixir de la cultura de la adulación. Algunos colocan a sus pastores sobre un pedestal de elogio tan elevado que rebasa los confines del respeto y la admiración. Existen muchos pastores dignos de admirar y todos merecen nuestro respeto. Pero cuando se cruza la línea y se comienza a ver a ese pastor como infalible y perfecto, inequívoco e insuperable, lo estamos introduciendo a un terreno delicado y difícil de conducir.
En la historia de la iglesia reciente hay muchos ejemplos de cómo termina esta historia. Hemos visto cómo más de un pastor ha terminado en el piso, descalabrado y destruido, debido a la imposibilidad de mantener el equilibrio sobre ese pedestal tan alto que lo introduce a los aires viciados del oxígeno de la adulación. Simplemente, no puede. Se marea y cae. La responsabilidad no la tienen solamente las ovejas que tanto lo admiran, sino él mismo por permitir que esa admiración se tornara en zalamería y adulación. Como pastores, tenemos que ser vigilantes y cuidadosos para no permitir que nos suceda. Una de las maneras de hacerlo es señalando a las ovejas que caminamos en sendas de justicia, «por amor de su nombre». Todo es por Él y para Él, e insisto que no porque sea un ególatra cósmico, sino porque cuando le amamos según un pleno conocimiento, entonces amamos a quien Él ama.
Los líderes maduros entienden que todo se lo debemos a Él. Todo es gracias a Él. Por lo cual, toda la gloria también es solamente para Él.
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