Pasaje clave: “El que compra dice: Malo es, malo es; mas cuando se aparta, se alaba” (Proverbios 20.14).
A la hora de negociar por la compra de algo que desees obtener, dedícate a destacar los defectos, ya que de destacar las virtudes se ocupará el vendedor, por eso la palabra enseña que digas “malo es, malo es”.
Por más entusiasmo que tengas, sé frío como un mármol a la hora de expresarte frente a un vendedor cuando desees comprar algo, no te olvides que el apasionamiento siempre jugará en contra a la hora de negociar. Además, frente al vendedor dejá ver que existen otras posibilidades y que lo que él te está ofreciendo no es el último litro de agua en el desierto sino tan solo una posibilidad.
Si vas a entablar la negociación acompañado de otro negociador, no te olvides que deben mantener tensión entre ambos y uno contrarrestar el interés del otro.
Ejemplo: si vos querés un vehículo color negro, tu acompañante debería decir que negro no te lo compres, para que de esta forma el vendedor no se valga de tu interés específico por ese color. También este principio aplica cuando en un matrimonio van juntos a comprar algo. Tanto internamente como externamente deberían equilibrarse, para tener un punto de vista diferente y además fortalecer su posición frente al vendedor.
Por último hacele caso a la Palabra del Señor y cuando hayas concretado la compra, jáctate en privado y nunca frente al vendedor, ya que la Palabra enseña “más cuando se aparta se alaba”.
No se trata de mentir, se trata de neutralizar las estrategias de los vendedores para que puedas comprar con sabiduría y no termines pagando de más.
Yo bendigo tu vida con idoneidad para negociar aquellas cosas que desees comprar y que puedas pagar un precio justo sin abusarte ni tampoco permitir que se abusen de vos.
Por Daniel González
