5. Dolores físicos continuos. La señal más importante es que esa debilidad aparece en la parte de tu cuerpo que siempre se lastima o erosiona. Hay una parte de nuestro cuerpo que es más sensible, y la primera reacción la vamos a sentir allí: dolor de espalda, de cabeza, de piernas, de estómago, constipación, divertículos… la lista es eterna.

Pero como te conté antes, estos síntomas te servirán para alentarte de que te urge implementar un cambio en tu vida. Es tiempo de silenciar las voces internas aprendidas y las externas y proyectar una vida más efectiva y placentera. A esta altura de nuestras vidas, la queja no surgirá ningún efecto. Si les dices a los demás cómo te sientes, te podrán decir:

  • «¿Estás harta, mi amor? No te preocupes, mañana te saco a pasear, comida incluida». (Como si un paseo te sacara el hartazgo que sientes.)
  • «Unas pequeñas vacaciones, un viaje relámpago, vas a ver cómo se te pasa todo».
  • «Te doy unos pesitos, sé que yendo a hacer unas compras se te va a pasar todo el hartazgo que tienes. Yo te conozco».

¿Cuántas veces te dijeron esto? ¿O cuántas veces te lo dijiste a ti misma?

¿Cuántas veces intentaste que tu vida cambiara y dijiste: «Voy a hacer un cursito, me voy anotar en el gimnasio a ver si esto que siento se me pasa»?

Pero sólo hiciste cambios superficiales que tal vez mejoraron el humor de ese día, pero no la esencia de tu vida. Para erradicar tu soledad, para sanar tus emociones, hoy necesitas cambiar lo que hasta hoy no te dio resultado.

Dibuja tu propio modelo de mujer. ¿Qué estilo de madre quieres ser? ¿Qué estilo de esposa te gustaría ser? ¿A ti cómo te gustaría ser?

Hoy diseña tu propia estrategia. Para poder concretarla, necesitarás tres ingredientes. Toma nota:

1. Prepararte, capacitarte. Estás capacitada para suplir todas tus necesidades, dentro de ti está todo lo que necesitas para sostenerte y poner en marcha ese sueño que hasta hoy vienes postergando por falta de recursos. Hay algo en lo que sólo tú eres excelente, nadie lo hace como tú, usa y explota ese don: te hará rica y poderosa.

2. Horas propias. Vive sin culpa el tiempo que estás a solas tomando un mate o un té, o lo que más quieras; el tiempo también te pertenece.

3. Deseos propios, pasiones propias. No nacimos para cumplir los deseos y los intereses de los demás. Nosotras también podemos tener nuestros propios deseos y son tan valederos e importantes como los de los demás. No tienes que estar «por debajo de», sino «a la altura de».

Con estos cambios verdaderos y estratégicos, las mujeres estaremos capacitadas para vencer esa soledad que muchas veces nos acosa. Hoy podemos diseñar el modelo de nuestra vida. Y no más con parches, sino con un molde nuevo.

Rompe con ese mito, con ese esquema que nos enseñó que las mujeres debemos ser incondicionales; no somos instrumentos creados para satisfacer los fines de los otros, sino para cumplir nuestro propio fin. No feminices lo que pueden muy bien hacer personas de ambos sexos: cambiar los pañales, planchar una camisa e ir al supermercado, tareas que deben hacer los dos integrantes de la pareja.

No son los otros los que te tienen que dar permiso. Hay mujeres que viven diciendo: «Yo soy feliz, mi marido es un buen hombre porque me deja hacer todo lo que yo quiero». ¿Y quién dijo que él te tiene que dejar hacer? No necesitas permiso para ser la mujer que anhelas ser. Si sigues jugando el juego de los demás, no vas a poder ver todos aquellos premios que llevan tu nombre; si sigues siendo la pelota de todo el mundo, te vas a perder el sueño grande que está solo esperándote a ti.

  • Hoy puedes elegir lo que es tuyo, lo que te pertenece. ¿Qué clase de vida quieres vivir?
  • Hoy puedes romper con viejos argumentos y alcanzar cada uno de los sueños y de las metas que te propongas.
  • Hoy puedes romper con ese esquema de vida que no te hizo feliz.
  • Hoy puedes decidir romper con esa soledad y ser feliz.
  • Hoy puedes ser tú misma, ser una mujer ciento por ciento, responsable de su vida.
  • Hoy puedes decidir no jugar el juego de nadie y diseñar tu propio juego.

Extracto del libro Estoy Casada Pero Me Siento Sola

Por Alejandra Stamateas

Lee Y si no me Aceptan, ¿Qué Hago?

1
2
Artículo anteriorPensamientos – HORA DE ENTRAR
Artículo siguienteMujeres – MUJERES CON HAMBRE DE AMOR
Psicólogo, docente, consultor familiar, conferencista y autor (Verdades Que Sanan, Desafíos Para Jóvenes y Adolescentes). Trabajé con la niñez y la formación de maestros de niños. Fui pastor de adolescentes y jóvenes por más de 10 años. En la actualidad me dedico a enseñar, escribir, dictar conferencias y dirigir www.devocionaldiario.org y www.desafiojoven.com, donde millones de personas son alentadas, edificadas y fortalecidas en su fe. Casado y padre de tres hijos.

2 Comentarios

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingresa para comentar!
Por favor ingresa tu nombre