LOS JUEGOS EN EL PROCESO DE APRENDIZAJE Y CONSEJERÍA
«El juego no es sólo juego infantil. Jugar, para el niño y para el adulto… es una forma de utilizar la mente e, incluso mejor, una actitud sobre cómo utilizar la mente. Es un marco en el que poner a prueba las cosas, un invernadero en el que poder combinar pensamiento, lenguaje y fantasía.» (Bruner, 1984)
Algunas de las grandes razones por las que los juegos son tan efectivos y necesarios en el proceso de enseñanza-aprendizaje son:
1. EN EL JUEGO SE APRECIA LA DIVERSIDAD ENTRE LOS GRUPOS.
Jugar es un método que se adapta a las diferencias entre los participantes, especialmente a sus diferencias de ritmos y estilos de aprendizaje. Cada vez vemos que los integrantes de los grupos son más diferentes entre ellos, y sus niveles de conocimiento previo y experiencias anteriores lo son también. Tenemos diferencias sociales, culturales, generacionales y étnicas, y en el juego se respetan y se valoran estas diferencias. La formación a través del juego permite atender y considerar los diferentes estilos de aprendizaje, dado un escenario tan diverso como el que se da en nuestras clases.
2. EN EL JUEGO SE PROMUEVE LA COLABORACIÓN Y LA ENSEÑANZA ENTRE PARES:
Una estrategia probada para el aprendizaje eficaz es alentar a los participantes a aprender unos de otros, es decir, potenciar el aprendizaje colaborativo entre pares. Muchos juegos apuntan a esto, permitiéndoles a los participantes desarrollar una amplia gama de competencias y habilidades personales y sociales. Cuando un participante avanzado le enseña a un principiante, ambos ganan en su dominio de nuevas habilidades, competencias, y conocimientos. Ganan en su capacidad de diálogo, en su tolerancia a distintos puntos de vista, en su empatía y su capacidad de trabajo en equipo, entre muchas otras cosas, además de aumentar la complejidad de su razonamiento y la profundidad de su comprensión. Los niños aprenden mejor de par a par, que de adulto a menor.
3. AL JUGAR SE FAVORECE EL APRENDIZAJE ACTIVO.
Las actividades pasivas producen poco aprendizaje. La investigación actual sugiere que cualquier cosa que se pueda – o se deba- enseñar, es recomendable hacerlo a través de métodos que requieran necesariamente un involucramiento activo de los estudiantes, para que ellos descubran qué sentido tiene aprender eso. Todas las actividades con participación activa del estudiante generan al menos un 50% de retención del conocimiento.
4. LOS JUEGOS AYUDAN A LA PARTICIPACION DE LOS ALUMNOS MÁS INTOVERTIDOS.
Los alumnos más introvertidos suelen sentirse amenazados cuando están obligados a participar respondiendo una pregunta o resolviendo un ejercicio delante de todo el grupo o clase, y esto les genera un bloqueo emocional con la consecuente pérdida en su potencial de aprendizaje. Los juegos permiten a todos los alumnos integrarse e involucrarse, al poder participar en grupos pequeños que les evitan el verse expuestos frente a todo el curso. Los sistemas tradicionales, en definitiva, solo se concentran en aquellos estudiantes con más personalidad o más seguros de sí mismos, a quienes no les cuesta (o incluso les gusta) participar. A los que somos introvertidos, el juego nos ayudará a sortear esta limitación.
5. LOS JUEGOS NOS HACEN PENSAR DE FORMA DIFERENTE.
Las personas tenemos una inteligencia analítica y una práctica. La primera permite reflexionar lógica y teóricamente, y la segunda, ejecutar acciones y tomar decisiones intuitivamente. Además, existe el pensamiento convergente y el divergente. El primero sintetiza la solución a un problema, y el otro, imagina diferentes ideas y posibilidades. La escuela tradicional solo considera la inteligencia analítica y el pensamiento convergente, mientras que el aprendizaje a través de juegos y simulaciones toma en cuenta también la inteligencia práctica y el pensamiento divergente. Los juegos requieren ejecutar acciones prácticas, así como idear nuevas formas de resolver un desafío. El proceso de pensamiento más alto de los seres humanos es el de la creatividad, y los juegos son una excelente manera de utilizarla.
6. LOS JUEGOS PERMITEN QUE LA EDUCACIÓN SE PAREZCA MÁS AL ENTRETENIMIENTO.
Hoy más que nunca, los estudiantes quieren pasarla bien y tener una experiencia gratificante mientras aprenden nuevas habilidades y conocimientos. La educación de hoy en día compite contra un mundo de entretenimiento muy amplio y variado. El juego, entonces, resulta ser un arma poderosa por parte de los que enseñamos para competir contra la vasta oferta de «diversión» que se les ofrece a nuestros alumnos fuera de la clase.
Extracto del libro Manual de Consejería Para el Trabajo Con Niños.
Por Esteban Obando y Autores Varios