Cómo realizamos la entrevista

  1. Lo que sucede antes de ministrar

Antes de ministrar, los espíritus ya lo perciben e intentan alejar de nosotros a nuestro futuro ministrado.

Muchas personas previamente a la ministración nos informan que han tenido dolores de cabeza, algunos desmayos, molestias en la espalda, el estómago y otras partes del cuerpo.

Incluso muchos espíritus inmundos ponen ideas en la cabeza de que cuando «te digan de orar por ti diles que no», «te quieren dañar», «vas a perder el tiempo» y cosas por el estilo que hemos escuchado más de una vez de boca de quienes luego fueron ministrados.

  1. Comenzamos cubriéndonos con la sangre de Cristo

Cuando comenzamos la ministración es importante orar y cubrir con la sangre de Cristo, nombre por nombre a cada integrante del grupo que participa en dicho momento. Cubrir a sus familias y cubrir aun sus propiedades y pertenencias; tanto por la persona que está ministrando como por la que va a ser ministrada.

He aquí un modelo de cómo lo hacemos nosotros en nuestra iglesia: «Señor, ahora en el nombre de Jesús, queremos cubrir con tu sangre la vida de Pedro, de su esposa y sus hijos. Padre, pedimos que tus ángeles estén alrededor de este hogar y cubras aun Señor sus pertenencias y su casa. Todos sus familiares están protegidos con la sangre de Cristo…»

Así podemos seguir con cada integrante del grupo que allí se encuentra e incluso con la persona que está siendo ministrada.

Esto es importante porque hay espíritus inmundos que se tomarán venganza con nuestros familiares o aun con nuestras pertenencias.

Nos tocó ministrar el caso de una chica que había estado en umbanda que durante un momento de la liberación ella comenzó a llorar y a gritar diciendo que el demonio le estaba mostrando cómo la casa se estaba incendiando. Inmedia­tamente después que iba a atacar a su novio, a continuación que estaba atacando a sus padres, a uno de los hermanos que estaban intercediendo esa noche. Por eso as importante cubrir en oración y, como ya hemos dicho reiteradas veces, no sentir ningún tipo de temor.

Levantamos la historia y oramos

La ministración, entonces, va a comenzar revelando las incursiones de la persona en el ocultismo sea de ella o de su familia. Vamos anotando todo lo que nos refiere y le decimos que lo hacemos porque luego vamos a orar una por una específicamente. Es importante preguntar una por una las prácticas e incursiones de la persona en lo oculto. No importa que haya ido «sin creer mucho en estas cosas» o «lo hice pero buscaba a Dios» ya que el diablo no respeta la motivación. Es importante anotar una por una las prácticas que haya realizado para poder luego renunciar a una por una.

Al terminar de ministrar vamos a romper el papel donde anotamos todo, delante de sus ojos (también como un símbolo de que todo «ha sido roto»), de que la ministración ha sido terminada.

Luego de traer a la luz la historia de su incursión en el ocultismo vamos a comenzar a orar. Le decimos que a veces vamos a orar nosotros y que luego le vamos a pedir que repita con nosotros, que esté absolutamente tranquila que nosotros vamos a guiar todo.

Le explicamos y preguntamos si está dispuesta a renunciar a TODO lo anotado. Una vez confirmado esto, le decimos que vamos a RENUNCIAR EN VOZ ALTA. Renunciar significa decirle al Señor y también al diablo que, de todo lo vivido en esas prácticas ocultas no queremos saber nada más y que vamos a romper toda atadura espiritual que se haya logrado por dichas prácticas.

(CONTINÚA… DALE CLICK ABAJO EN PÁGINAS…)

1
2
3
Artículo anteriorSanidad Interior – SINTOMAS DE DEMONIZACIÓN
Artículo siguienteSanidad Interior – PRE-ENTREVISTA
Psicólogo, docente, consultor familiar, conferencista y autor (Verdades Que Sanan, Desafíos Para Jóvenes y Adolescentes). Trabajé con la niñez y la formación de maestros de niños. Fui pastor de adolescentes y jóvenes por más de 10 años. En la actualidad me dedico a enseñar, escribir, dictar conferencias y dirigir www.devocionaldiario.org y www.desafiojoven.com, donde millones de personas son alentadas, edificadas y fortalecidas en su fe. Casado y padre de tres hijos.

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingresa para comentar!
Por favor ingresa tu nombre