Familias Cristianas – Establecer un Futuro Eterno

 

Sobre todas las cosas, deseamos que nuestros hijos vengan a la comprensión de quién es Dios en realidad, y a conocer a Jesús como su Salvador. Cuando eso sucede, sabe­mos que su futuro eterno está asegurado; que cuando ellos mueran, les veremos de nuevo en el cielo. ¡Qué maravillosa esperanza!

Mi hijo y mi hija tomaron la decisión de recibir a Jesús en sus vidas cuando tenían alrededor de 5 años de edad. Nosotros les habíamos enseñado sobre Dios, les leíamos historias bíblicas, orábamos con ellos a diario, y los llevába­mos con regularidad a la iglesia, donde recibían instrucciones acerca del Señor. Ellos estaban muy expuestos a la idea de recibir a Jesús, pero nunca los forzamos o les pedimos que tomaran una decisión. En cambio, oramos para que lo que ellos aprendieran penetrara en sus corazones y les provocara el deseo de tener una relación más cercana con Dios.

Nosotros deseábamos que esa decisión saliera de sus corazones y que fuera tomada espontáneamente. Cuando llegó ese momento, cada niño comenzó una conversación con nosotros indagando sobre Jesús y la finalizó deseando que oráramos con ellos para recibirlo a Él como Salvador. Mi esposo y yo tenemos una gran paz, sabiendo que el futuro eterno de nuestros hijos está asegurado y lleno de gozo.

No importa la edad de tus hijos, nunca es demasiado temprano o tarde para comenzar a orar por su salvación. (Juan 3:3, Apocalipsis 3:20). Nosotros deseamos que nues­tros hijos abran la puerta de sus corazones a Jesús y experi­menten el reino de Dios, tanto en esta vida como en la venidera. Recuerda, si tú no oras por el futuro eterno de tus hijos, puede que ellos no tengan la clase de futuro que deseas para ellos.

Una vez que nuestros hijos han recibido al Señor, tenemos que continuar orando por su relación con Él. ¿Cuántas veces hemos escuchado de niños que caminaban con Dios en su infancia, pero se alejaron de Él en sus años de adolescentes o adultos? Anhelamos que nuestros hijos estén siempre «llenos del conocimiento de su voluntad en toda sabiduría e inteligen­cia espiritual» y que «anden como es digno del Señor, agradándole en todo, llevando fruto en toda buena obra, y crecien­do en el conocimiento de Dios» (Colosenses 1:9-10).

Pablo y Timoteo clamaron así, por los hijos de Dios en Colosas, y nosotros debemos hacerlo por nuestros hijos. Siempre hay más y más de la vida del Señor para cada uno de nosotros a la que podemos tener acceso y experimentar. Que el Señor derrame su Espíritu sobre nuestros hijos, debe ser motivo perenne de oración.

 

Oración por tu Hijo.

«Señor, yo traigo a (nombre del niño) delante de ti y te pido que tú le ayudes a crecer en una profunda com­prensión de quién eres. Abre su corazón y tráele a un conocimiento completo de la verdad sobre ti. Señor, has dicho en tu Palabra: «Que si confesares con tu boca que Jesús es el Señor, y creyeres en tu corazón que Dios le levantó de los muertos, serás salvo» (Romanos 10:9). Yo oro por ese tipo de fe para mi hijo(a). Que él(ella) te pueda llamar a ti su Salvador, sea lleno(a) de tu Espíritu Santo, te reconozca en todas las áreas de su vida, y siempre escoja seguirte a ti y tus caminos. Ayúdale a creer totalmente que Jesús entregó su vida por él(ella) para que pudiera tener ahora vida abundante y eterna. Ayúdale a comprender la plenitud de tu perdón, para que no viva en culpa y condenación.

Oro para que él(ella) viva una vida fructífera, aun aumentada en el conocimiento de ti. Que siempre conoz­ca tu voluntad, tenga comprensión espiritual, y camine de forma que te agrade. Tú has dicho en tu Palabra que derramarás de tu Espíritu en mi descendencia (Isaías 44:3). Oro para que tú derrames tu Espíritu sobre (nombre del niño) en este día.

Gracias, Señor, que tú cuidas de su futuro eterno aún más que yo y que está seguro en ti. En el nombre de Jesús yo suplico que ella (él) no dude o se desvíe del camino que tú le tienes trazado todos los días de su vida».

Extracto del libro “El Poder de los Padres Que Oran”

Por Stormie Omartian

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Psicólogo, docente, consultor familiar, conferencista y autor (Verdades Que Sanan, Desafíos Para Jóvenes y Adolescentes). Trabajé con la niñez y la formación de maestros de niños. Fui pastor de adolescentes y jóvenes por más de 10 años. En la actualidad me dedico a enseñar, escribir, dictar conferencias y dirigir www.devocionaldiario.org y www.desafiojoven.com, donde millones de personas son alentadas, edificadas y fortalecidas en su fe. Casado y padre de tres hijos.

4 Comentarios

  1. Realmente es dificil ser padre, mas en estos tiempos tan dificiles que nos tocan vivir , donde el mundo ofrece alternativas de incomunicacion cada vez mas tentadoras especialmente con lo que compete a internet , television, y demas entretenimientos que captan el poco tiempo de comunicacion que mantenemos no solo con nuestros hijos sino con toda nuestra familia , creo que uno de los puntos fundamentales esta basado en la ORACION y nuestra comunion intima con DIOS , si el padre no tiene una relacion sana con su PADRE CELESTIAL dificilmente pueda expresar el amor de Padre en el rol que le compete en el seno de su familia , esta tambien el aferrarnos en su palabra , Nada es imposible para Dios , Bendiciones

    • Hola Luis. ¡¡Bienvenido!! Como padre, estoy de acuerdo con vos. Primero ser hijos en la relación diaria con nuestro Padre Celestial, para poder funcionar óptimamente como padres en la relación con nuestros propios hijos. Amén. Y bendiciones también para vos. No aflojes con tu paternidad… NUNCA.

  2. Hola Fernando. ¡¡Bienvenido!! Excelente. Como papá entiendo perfectamente tu disfrute. Éxitos en tu paternidad!

  3. Iinstruyo a mi hijo en la palabra de nuestrro Señor, a diario le leo historias biblias y me da un gusto enorme que al finalizar siempre en nuestras oraciones el termimna la oración con un Amen.

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