Mujer Cristiana – No Puedo Controlar Mis Emociones 4
Pasaje clave: Jueces 4:17-21.
Cómo Tratar Conmigo Misma (2º Parte)
Dijimos en los temas anteriores que las emociones fuertes están para enfrentar la vida, para poder enfrentar cada circunstancia que se nos presente. Vos no sos una mujer débil, vos sos una persona de carácter fuerte. Usálo en bendición para vos y para tu familia. A partir de hoy voy a usar mi carácter fuerte para tomar buenas decisiones.
¿Sabes por qué una persona tiene ira y se enoja? Porque hay un área de su vida que no tiene los frutos que quiere tener.
¿Cuál es el área de tu vida que no está dando fruto? Tal vez estés muy enojada con eso pero con enojarte no vas a ganar nada. Enojate con el enemigo. Y el enemigo no es la gente, porque la gente hay cosas que no te puede dar.
Querida mujer, tenés que ser una mujer de carácter fuerte y tu fe te tiene que acompañar en esto: “No me importa lo que la gente no me pueda dar porque mi única fuente es Dios, y tarde o temprano eso que estoy necesitando lo voy a recibir, me voy a armar de paciencia, voy a armar una estrategia y voy a lograr vencer a todo lo que sea enemigo de mi vida en el nombre de Jesús. Yo sé que lo voy a lograr porque Dios es mi fuente”.
Pensá: “¿Qué es lo que me está enojando tanto?”. No está mal que te enojes, el problema es qué estás haciendo para salir de esa situación que te enoja, qué estás haciendo vos. No qué está haciendo el otro, no esperes nada del otro, cómo te estás moviendo vos para no volver a enojarte por lo mismo, para no tener que volver a estallar por la misma situación.
¿Qué estás haciendo para lograrlo? ¿Qué estás haciendo para salir de la miseria? ¿Qué estás haciendo para salir de tu pobreza? No te enojes con la gente, enojate con los enemigos internos que hay dentro tuyo que no te permiten avanzar y empezá a moverte, planificá la mente sabiamente. Usá tu coraje, usá tu carácter fuerte para ir a lograr lo que tenés que lograr, para que el sueño se haga realidad en tu vida. Dejá de echarle la culpa a los demás. Dejá de decirle a los demás que tienen que hacerte feliz, porque la única responsable de tu felicidad sos vos.
Yo quiero que pienses en eso que te hace enojar, que te hace llorar, que te está haciendo huir, y que te comprometas en el mundo espiritual y natural a que vas a usar tu carácter fuerte para hacer cambios que traigan años y años de paz a tu vida y que nunca más tengas que luchar por lo mismo.
Decile al Señor que vas a empezar a hacer cambios, decile: “Señor hoy me muevo, voy a usar las emociones que me diste para salir adelante”.
Hace muchos años atrás lo único que yo hacía era trabajar. Iba todos los días a la escuela y trabajaba de maestra. Pero yo estaba enojada porque yo quería hacer algo más, entonces me enojaba con todo el mundo y decía: “por qué”. Un día mi esposo Bernardo me dice: “A vos nadie te limita, vos podés hacer todo lo que quieras, lo que pasa es que vos no lo estás haciendo. Vos te enojas con los demás pero es porque vos no lo estás haciendo”.
Eso me quedó grabado y dije: es verdad yo me estoy limitando a mí misma, yo soy la que no me estoy moviendo, entonces me da bronca lo que hace aquella. Aquella que gana más, aquella que tiene para irse de vacaciones, aquella que se puede comprar buena ropa, aquella que tiene buenos zapatos, aquella que puede estudiar una carrera y me da bronca porque lo hacen y yo no lo puedo hacer. Pero a mí nadie me limitaba, eran las limitaciones que yo tenía adentro y en esa misma semana dije: voy a ir a hacer dos cosas, voy a aprender a manejar y a aprender computación porque no sabía ni cómo se usaba una computadora. Usé toda mi bronca que tenía para criticar a los demás para hacer lo que tenía que hacer: levantarme todos los días y hacer esos dos cursos. En dos semanas tuve el título de computadora y tuve mi registro de manejo. Saqué el auto, empecé a manejar, y hoy para la gloria de Dios cada vez que yo me doy cuenta que estoy viendo algo, digo: no me voy a poner ningún límite más, yo no tengo límites, yo soy una mujer sin límites. Eso que me está pasando lo voy a usar y voy a poner toda mi fuerza en conquistar algo nuevo para mí.
Vos podés usar todas tus emociones en contra tuya o podés usarlas a favor tuyo y a favor de tu familia. Usa toda tu bronca para lograr objetivos buenos para vos y para tu casa y para dejarles buenos recuerdos a tus hijos, no recuerdos de bronca, no recuerdos de amargura, no recuerdos de odio. Que no te vean estallar por cualquier cosa, y decir: “Porque tu padre no me da; porque mi ex- no me da; porque vivimos en esta casa de porquería; porque este país que es un desastre”.
Usa toda esa bronca que tenés para salir adelante. No podemos esto, pero esto sí lo podemos. Vamos a empezar con esto porque si empezamos con esto dentro de poco vamos a tener lo que queremos. Tenemos la victoria, uníte al mejor. Peleá con el mejor. Peleá con el ganador. ¿Qué podés hacer vos con eso que te hace estallar? “Pero, ya hice todo”. No, no, no hiciste todo, hay algo que todavía no hiciste y que es más fácil de lo que vos te imaginás; es más fácil de lo que estás pensando.
¿Cuál es tu bronca que está escondida? Porque hoy la vamos a transformar en una bendición, hoy vamos a transformar ese carácter fuerte en una bendición para tu vida.
Por Alejandra Stamateas