Mujeres Cristianas – Tengo un Hijo con Problemas 6

 

Continuemos.

Otra regla puede ser «llegar antes de las doce de la noche», entonces vos ponés la regla, y eso no se discute. No es «yo desconfío de vos», es que te estoy cuidando. «El problema no eres tú, el problema es que te estoy cuidando de un riesgo real».

Otra regla puede ser: «cuando yo llegue del trabajo tienes que tener la tarea terminada, yo la reviso, no la hago con vos». Reglas en casa, pocas pero claras.

 

C. Otra es besarlos más, abrazarlos más, acariciarlos más.

En cualquier momento, hazlo más seguido. ¿Hace cuánto que no le das un abrazo y un beso a tu hijo? ¿Hace cuánto que no lo acaricias con afecto? Pero eso tiene que ser permanente y constante.

Ellos tienen que sentir tu caricia, el toque. No darles vergüenza. A los que les da vergüenza es porque no están acostumbrados. Pero si acostumbrás a tus hijos a que mamá o papá son cariñosos, de dar un beso, acariciar, tus hijos se van a acostumbrar a eso.

Hay una etapa en la adolescencia donde los hijos rechazan todo, vas a disminuir un poquitito, especialmente delante de sus amigos, pero un hijo habituado a eso no va a querer que lo dejes de hacer. O decirle palabras lindas.

 

D. Enseñarles a nuestros hijos que no somos padres perfectos.

¿Cuántas somos perfeccionistas? Enseñales a tus hijos que no sos una mamá perfecta; te equivocas, metes la pata, muchas veces te sacás del enojo.

Cuando ellos te digan: «¡mamá, te volviste loca!», «Sí, disculpen chicos, no soy perfecta».

«Pero mamá, mirá lo que dijiste, ¡qué pavada acabas de decir!». «Bueno, tengo derecho a equivocarme, no soy perfecta».

No te sientas mal cuando tu hijo te dice algo que toca tu estima. Respondé: «no soy perfecta».

«Pero a vos te parece mamá, mirá lo que hiciste, me manchaste el buzo amarillo con el rojo». «Sí, me equivoqué… no soy perfecta».

Mostrale a tus hijos que no te molesta eso, para que ellos puedan aceptar el día de mañana que hay cosas que hacen bien y cosas que no; y hay cosas que tendrán que aprender y hay cosas que nunca van a aprender.

Es bueno que tus hijos sepan que hay momentos en que no sabés para dónde ir, pero que vas a buscar la manera de salir; momentos en que tu fe está un poco más débil, pero nunca te quedás sin fe.

 

E. Dedicarles Actos de Amor.

Hay mamás o papás que tienen mucha culpa al salir a trabajar y estar muchas horas afuera. Tienes que mostrarles a ellos que puedes estar presente aun estando ausente. ¿Cómo se hace eso? A través de un acto de amor.

Les dejás una carta escrita, un mensaje lindo. Les dejas una ropa preparada para que se pongan, o le dejás en la heladera su comida preferida, le compras una bebida que sabés que les va a gustar. Escribirle algo en la computadora, un mensaje, algo especial. Eso se llama mensaje de amor. Y aunque no estés presente, para tu hijo estás presente.

Aprende a dejar mensajes de amor, son muy importantes. Todo lo que puedas hacer antes de irte de tu casa a trabajar, todas las huellas que puedas dejar, es mejor, porque los chicos reciben éstos actos de amor.

 

5. Sabé Desconectarse.

Si tus hijos son chiquititos y los dejaste a cargo de alguien, confiaste en esa persona, desconectate, todo va a estar bien. Y si son más grandes y están solos, desconectate. «Si les enseñé a vivir, ellos saben cómo manejarse solos».

Tratá de desconectarte para poder hacer lo que quieras en tu vida, y no vivir con culpa. No hay nada peor que vivir con culpa, porque si hacés algo y después te condenas, perdiste. Entonces, si saliste a trabajar no te condenes; si tuviste más de un hijo no te condenes «uh, para qué habré tenido tantos!»

Tienes que saber buscarle la vuelta, ser dueña de cómo reaccionar. Yo puedo estar lejos, me entero de algo que pasó en casa y puedo volver, o tener en mente a quiénes puedo llamar para ayudarme a resolver esa situación. Y al buscar a otras personas también estoy dando yo una respuesta al asunto, aunque no esté presente y aunque no lo haga con mis manos. Saber qué recursos están a tu alrededor por si pasa algo con tus hijos, puedas dar una orden para que eso se resuelva.

(CONTINÚA…)

Por Alejandra Stamateas

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Psicólogo, docente, consultor familiar, conferencista y autor (Verdades Que Sanan, Desafíos Para Jóvenes y Adolescentes). Trabajé con la niñez y la formación de maestros de niños. Fui pastor de adolescentes y jóvenes por más de 10 años. En la actualidad me dedico a enseñar, escribir, dictar conferencias y dirigir www.devocionaldiario.org y www.desafiojoven.com, donde millones de personas son alentadas, edificadas y fortalecidas en su fe. Casado y padre de tres hijos.

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