El cono de poder es un campo de fuerza, de energía generada por un grupo de brujos con el propósito de invocar. Los brujos se dan las manos y comienzan a bailar en círculo mientras que cantan para poder generar el poder. Se visualiza como un cono, en el cual el círculo forma la base y el ápice se tiende infinitamente y se representa, con una persona o una imagen simbólica. Mientras cantan en voz baja, hacen nudos en las cuerdas o invocan el mal que desean realizar.
Hemos incluido también las máscaras ya que en el folklore de trayectoria ocultista, la máscara tenía el sentido de un objeto sagrado, de un poder que era liberado a quien la usaba. Es decir, que el espíritu de la máscara o el espíritu que la máscara representaba era manejado por aquel que la poseía e incluso la máscara le permitía buscar los poderes de ese espíritu. Por eso en la mayoría de las culturas, las máscaras simbolizan los espíritus de la naturaleza, muertos, etc. Incluso antes de ponerse la máscara la persona era preparada para utilizar la energía sobrenatural contenida en ese objeto.
En Occidente, la máscara ha perdido esta significación sagrada y ha cobrado una significación simbólica; sin embargo la psicología traspersonal nuevamente ha recuperado este símbolo ocultista para liberar así las partes reprimidas de su «yo».
Experiencias cercanas a la muerte.
Conocidas como NDE Mear Dead Experiences o experiencias al borde de la muerte. Quien dio conocimiento de este tipo de experiencias fue el médico Raimond Moody a través de sus libros Vida después de la muerte y Vida después de la vida. Luego de haber entrevistado a cientos de personas, dice que este tipo de experiencias tienen las siguientes características: sensación de estar muerto, casi carencia de dolor, experiencias fuera del cuerpo, experiencia del túnel, un ser de luz, reencuentro con la vida, resistencia al regreso y transformación de la realidad. Dicha expresión fue acuñada en los años 70 por el Dr. R. Moody para describir los fenómenos místicos de personas que han llegado al borde de la muerte. En 1975 escribió su clásico libro Vida después de la vida y una encuesta realizada en 1982 decía que 8 millones de norteamericanos habían dicho tener este tipo de experiencia.
Las características son las siguientes: sensación de estar muerto, ausencia de dolor y sentimiento de paz, sensación de moverse a lo largo, encuentros con seres inmateriales que brillan; pueden ser amigos o familiares muertos, contactos con un dios o ser supremo que conduce a la persona a una revisión de su vida y regreso a la vida.
El psicólogo Abraham Maslow clasificó otros tipos de experiencias místicas pero no religiosas llamadas «experiencias cumbres» de intensa felicidad y sensación de bienestar.
Es interesante que estos tipos de experiencias son muy similares a las que se conocen como «viajes astrales» donde el espíritu de la persona deja el cuerpo y comienza a viajar hacia otros mundos; mundos de los muertos, a través de túneles similares que las personas nos describen en estas experiencias.
Volviendo a la Dra. Ross, en septiembre de 1976 dijo trente a una audiencia que había llegado su propio guia espiritual llamado Salem. Declaró que Salem la había visitado junto con dos de sus compañeros Anka y Willy con los cuales ¡charlaron, rieron y cantaron! La Dra. Ross dice que este fue el punto culminante de su vida.
En San Francisco se fundó en 1985 la organización Metamédicos formada por más de 100 miembros médicos los cuales dicen estar capacitados para diagnosticar médicamente y además invocar la ayuda de los espíritus.
El interés por lo oculto no es reciente. Aun Tomás Edison pasó años tratando de inventar un aparato electrónico que sirviese para comunicarse con los muertos. Lincoln, junto con su esposa, hizo intentos repetidos para tratar de comunicarse con su hijo muerto.
Extracto del libro Ocultismo y Sanidad Interior
Por Bernardo Stamateas
