Devocionales Cristianos – Comprométase Con su Visión
Llegamos al paso concluyente de escribir el plan para su visión.
Paso Ocho. Comprométase a su Visión.
Usted nunca cumplirá su visión si no se compromete a ella. Usted deberá tomar una decisión específica de que la seguirá hasta completarla, reconociendo que Dios puede refinar sus planes a medida que El le guía durante este proceso. Así mismo, sométale su visión a Dios de manera consistente. Proverbios 16:3 dice: «Encomienda a Jehová tus obras y tus pensamientos serán afirmados».
- Comprométase a su visión.
- Someta su visión a Dios.
- Recuerde, ¡Dios traerá ejecución a su visión!
Yo compartí mi visión abiertamente en estas páginas devocionales. Mi propósito es inspirar e inculcar liderazgo y visión en la vida de las personas alrededor del mundo, estoy especialmente comprometido a hacer esto con las personas de las naciones del Tercer Mundo que están en desarrollo.
La vida fue diseñada para ser vivida intencionalmente y con propósito, pero la mayoría de personas en el mundo existe bajo circunstancias más allá de su control. Ellos viven bajo coacción y con un destino. A la mayoría, la historia les ha robado la capacidad para soñar y vivir con esperanza de un futuro mejor. «Sin profecía el pueblo se desenfrena» (Proverbios 29:18) podría describir muchas de las naciones tercermundistas en desarrollo, donde son dominantes una falta de orgullo nacional, una exigua ética de trabajo, una cultura de corrupción, y, una ciudadanía sin esperanza.
Necesitamos que emerja un liderazgo capaz de ver más allá de su ganancia personal y que se capaz de captar la visión inspirada por Dios para sus naciones, la cual incorpora las aspiraciones de los pueblo y el derecho a alcanzar sueños y visiones personales. Creo que la clave para esto es un liderazgo visionario. Que los principios de este libro sean una fuente que encienda la pasión del propósito en los corazones de este grupo de personas muy especial y particular.
Lectura: Malaquías; Apocalipsis 23-24.
Extracto del libro “Devocional Diario de Poder y Oración”
Por Myles Munroe
