Devocional Navideño – Una Noche Común
Pasaje clave: Lucas 2:13-14.
Hay una palabra que describe la noche que Él vino: común.
El cielo era común. Una brisa ocasional agitaba las hojas y enfriaba el aire. Las estrellas eran diamantes que relucían sobre terciopelo negro.
Las ovejas eran corrientes. Algunas gordas. Algunas flacas. Animales comunes. No hacían historia. Ningún ganador de premios.
Y los pastores. Campesinos. Probablemente llevaban puesta Inda la ropa que tenían. Olían a oveja y lucían igual de lanudos.
Una noche común con ovejas comunes y pastores comunes. Y si no fuese por Dios, a quien le complace agregar un «detalle adicional» en el frente de lo común, la noche habría pasado inadvertida. Las ovejas habrían sido olvidadas y los pastores habrían dormido toda la noche.
Pero Dios danza en medio de lo corriente. Y esa noche bailó un vals.
El cielo negro estalló en fulgor.
Árboles que daban sombra irrumpieron en claridad.
Ovejas que estaban en silencio se convirtieron en un coro de curiosidad.
En un instante, el pastor estaba dormido como una piedra, un momento después se restregaba los ojos con la mirada fija en el rostro de un extraterrestre.
La noche dejó de ser común.
El anuncio fue primero a los pastores. Si el ángel se hubiese presentado a los teólogos, habrían consultado primeramente sus comentarios. Si se hubiese presentado a la élite, habrían mirado a su alrededor para ver si alguien estaba observando.
De modo que se presentó a los pastores. Hombres que no sabían lo suficiente para decirle a Dios que los ángeles no le cantan a las ovejas y que los mesías no se encuentran envueltos en trapos durmiendo en pesebres.
Extracto del libro «3:16»
Por Max Lucado
Hola J.P.L. ¡¡Bienvenido!! ¡Por supuesto que sí! Esa es la creatividad de Dios. Él siempre nos sorprende. ¡Bendiciones y feliz Navidad!!!!
De lo comûn y de lo simple siempre sale lo grande.