Los privilegios son los beneficios que el rey concede a sus ciudadanos fieles. Este aspecto del reino es muy diferente de otras formas de gobierno. En un reino, la ciudadanía siempre es anhelada por el pueblo porque, una vez que uno está en el reino, el rey es personalmente responsable por su vida y sus necesidades. Además, ya que el rey lo posee todo dentro de su reino, él puede darle a cualquier ciudadano cualquiera o toda la riqueza que él desee.

Un código de ética es la conducta aceptable de los ciudadanos en el reino y su representación de este. Este código incluye normas morales, relaciones sociales, conducta personal, actitud, vestimenta y forma de vida.

El ejército es el sistema del reino para asegurar el territorio y proteger a sus ciudadanos. Es importante entender que en un reino los ciudadanos no pelean en el ejército, sino que disfrutan de la protección del ejército. Por esta razón, en el Reino de Dios, los ángeles son llamados huestes celestiales. La palabra hueste significa ejército e identifica a los ángeles como el componente militar del Reino de los cielos. Este concepto del reino presenta un desafío a nuestro pensamiento religioso de la iglesia como un ejército. Un estudio cuidadoso de la constitución bíblica de la palabra nos mostrará que la Iglesia, tal como Jesús la estableció, no es identificada como un ejército sino como una familia de hijos y una nación.

«…cuando lanzó contra ellos el ardor de su ira, de su furor, indignación y hostilidad: ¡todo un ejército de ángeles destructores!» (Salmo 78:49).

«Alaben al Señor, ustedes sus ángeles, paladines que ejecutan su palabra y obedecen su mandato. Alaben al Señor, todos sus ejércitos, siervos suyos que cumplen su voluntad» (Salmo 103:20-21).

«…ocurrirá también al fin del mundo. El Hijo del hombre enviará a sus ángeles, y arrancarán de su reino a todos los que pecan y hacen pecar. Los arrojarán al horno encendido, donde habrá llanto y rechinar de dientes» (Mateo 13:40-42).

Una mancomunidad es el sistema económico de un reino que garantiza a cada ciudadano igual acceso a la seguridad financiera. En un reino, el tér­mino mancomunidad es usado porque el deseo del rey es que todos sus ciu­dadanos compartan el beneficio de la riqueza del reino. La gloria del reino está en la felicidad y salud de todos sus ciudadanos.

Consideremos cuidadosamente la palabra del Rey en el Reino de Dios, Jesucristo: «Luego dijo Jesús a sus discípulos: -Por eso les digo: No se preocupen por su vida, qué comerán; ni por su cuerpo, con qué se vestirán. La vida tiene más valor que la comida, y el cuerpo más que la ropa… Ustedes, por el contrario, busquen el reino de Dios, y estas cosas les serán añadidas. No tengan miedo, mi rebaño pequeño, porque es la buena voluntad del Padre darles el reino» (Lucas 12:22-24,31-32).

La cultura social es el entorno creado por la vida y las costumbres del rey y sus ciudadanos. Este es el aspecto cultural que separa y distingue al reino de todos los demás que lo rodean. Es la cultura la que expresa la naturaleza estilo de vida de sus ciudadanos. Esta distinción en la evidencia en las palabras del Señor Jesús, cuando repe­tidamente dijo en el libro de Mateo: «Ustedes han oído que se dijo… pero yo les digo…», y otra vez: «… pero entre ustedes no debe ser así» (Mateo 5:21-22). La cultura social del reino se supone que debe ser evidente en nuestras actividades y relaciones cotidianas.

LOS COMPONENTES DE UN REINO

Todos los reinos están conformados por una serie de componentes ne­cesarios para funcionar efectivamente. Todos, incluido el Reino de Dios, poseen:

  • Un programa de salud: sanidad.
  • Un programa de educación: ministerio de enseñanza del Espíritu Santo.
  • Un sistema de impuestos: diezmo.
  • Un sistema central de comunicaciones: dones del Espíritu Santo.
  • Un cuerpo diplomático: embajadores de Cristo.
  • Un sistema de administración: la ministración del Espíritu a través de la humanidad, llamada Iglesia.
  • Un sistema económico: el sistema de dar y recibir (tiempos de siem­bra y de cosecha).

Un estudio cuidadoso del mensaje bíblico y la presentación del mensaje del Reino de los cielos por parte de Jesús nos ilustrará la presencia de todos estos componentes y características de vida en el Reino de Dios. Sin embargo, el elemento más sobresaliente y que más distingue al Reino de Dios de todos los otros reinos es el concepto de que todos sus ciudadanos son familiares del Rey, y son reyes en sí mismos. Ese fue el mensaje que trajo el Señor Jesucristo.

Extracto del libro Redescubriendo el Reino

Por Myles Munroe

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Psicólogo, docente, consultor familiar, conferencista y autor (Verdades Que Sanan, Desafíos Para Jóvenes y Adolescentes). Trabajé con la niñez y la formación de maestros de niños. Fui pastor de adolescentes y jóvenes por más de 10 años. En la actualidad me dedico a enseñar, escribir, dictar conferencias y dirigir www.devocionaldiario.org y www.desafiojoven.com, donde millones de personas son alentadas, edificadas y fortalecidas en su fe. Casado y padre de tres hijos.

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