Tratado Evangelístico – Amor Eterno

 

“Con amor eterno te he amado…” (Jeremías 31:3).

Antes del inicio de la vida… Antes que se formara este mundo… Cuando todo el proyecto del universo solo existía en la mente de Dios… Dios amaba al ser humano. ¿Cómo puede ser esto así? ¿Se podrá amar a quien no se conoce? Ciertamente el poder de Dios y su sabiduría son tan grandes, que «nos conocía», aún antes de crearnos. Y no solamente eso, también sabía que el hombre pecaría, que le desobedecería y que esa creación que con tanto amor formó, se rebelaría contra Él.

Si esto ocurriría, ¿por qué a pesar de todo, entonces Dios decidió crear al hombre? Fue por su amor eterno. Amor que no solamente planeó cada detalle de la creación de este mundo, sin que además planeó la forma de rescatar y salvar al hombre de su destrucción y muerte, producto de su desobediencia. ¿Podría haber evitado crearnos y quedarse con su amor sin dar? ¿Cómo podría tal amor manifestarse si no hubiera una creación que sea «objeto de ese amor»? Por eso, el amor de Dios muestra su manifestación sublime en «la cruz de Cristo».

La muerte de Cristo en la cruz, no fue una obra accidental, o un plan improvisado de Dios frente a la condición de pecado y perdición del hombre. Antes de crearnos Dios asumió ese sacrificio. Antes de ser «Creador» fue «Salvador». Pero veamos además un detalle más maravilloso en Efesios 1:4, “Según nos escogió en él antes de la fundación del mundo, para que fuésemos santos y sin mancha delante de él en amor”. Este versículo nos revela que el «amor de Dios» no fue un amor general sin conocimiento específico de sus criaturas, sino que fue un «escogimiento» es decir, un amor personal. Nos conoció por nombre desde la eternidad, y nos amó individualmente también.

Estimado amigo/a:

¿Cómo te llamas? Agrega tu nombre a la declaración de Dios: «…………………..con amor eterno te he amado». ¿Has pensado en lo mucho que Dios te ama? ¿Has contemplado la obra perfecta del amor que Jesús realizó en la cruz muriendo por tus pecados? Ningún ser humano puede comprender la enorme magnitud del amor de Dios, pero a pesar de eso El espera que puedas recibir su amor en tu corazón y de esta forma empezar a conocerlo.

Dice Efesios 3:19, “Y conocer el amor de Cristo, que excede a todo conocimiento, para que seáis llenos de toda la plenitud de Dios”. Rechazar este amor eterno provoca una «perdición eterna», más si lo recibimos seremos beneficiarios de una «vida eterna». Con amor eterno te he amado… ¿cómo ignorar un amor así?

Extracto del libro “50 Tratados Evangelísticos”

Por Alejandro D. Riff

NOTA: Dice textualmente el autor: “DE LIBRE DISTRIBUCIÓN. Tiene el permiso para la replicación de cada folleto en forma libre, para ser repartido, en forma impresa (Para la tarea de evangelización a nivel personal, o de iglesia)”.

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Psicólogo, docente, consultor familiar, conferencista y autor (Verdades Que Sanan, Desafíos Para Jóvenes y Adolescentes). Trabajé con la niñez y la formación de maestros de niños. Fui pastor de adolescentes y jóvenes por más de 10 años. En la actualidad me dedico a enseñar, escribir, dictar conferencias y dirigir www.devocionaldiario.org y www.desafiojoven.com, donde millones de personas son alentadas, edificadas y fortalecidas en su fe. Casado y padre de tres hijos.

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