25. ¿Cómo me doy cuenta si soy eyaculador precoz?

Si no puede decidir cuándo eyacular, entonces es muy probable que sea un eyaculador precoz.

26. ¿Cambia la eyaculación en un eyaculador precoz?

No. No hay relación entre eyaculación precoz y tipo de eyaculación. Son dos hechos totalmente independientes. Es decir, que un hombre que eyacula rápidamente es tan fértil como otro que tarda más. La cantidad de espermatozoides o la cantidad de semen eyaculado no guardan relación con el hecho de ser eyaculador precoz; por eso tienen hijos aunque no tengan satisfacción con su vida sexual.

La fertilidad depende de otras cosas, no del tiempo que se tarde para eyacular. De ahí que no tiene ningún fundamento hacer un análisis del semen (espermograma) a un paciente con esta dificultad.

27. ¿Cómo evitar este problema?

Dando gran importancia al mandato bíblico: el mejor lugar para tener la primera experiencia, buena, distendida, constructiva, placentera, es en la luna de miel; en el ámbito del matrimonio, donde reinan el amor y la comprensión; donde cada uno toma tiempo para transformar a su pareja en un excelente amante. ¡Vale la pena esperar!

28. ¿Qué no debe hacer la esposa con el eyaculador precoz?

Desvalorizarlo.

Es habitual que luego de experiencias sexuales traumáticas (en las que el varón se siente desvalorizado, humillado o con gran ansiedad por el desempeño) las próxi­mas sean iguales o peores por el recuerdo de esa primera.

A veces, ante una sexualidad mediocre o mala, la esposa reacciona con enojo, aprovechando cada debilidad de su esposo para ponerla por manifiesto, desprecián­dolo. Cuando una mujer no lo valora, lo pone en manos de otra. Esto también es válido para los hombres. Cuando menosprecian a su esposa, la transforman en presa fácil de seducción por parte de otros hombres, ya que cualquier palabra afectuosa o muestra de cariño será apreciada por una mujer sensible.

29. ¿Cómo no se soluciona este problema?

No se soluciona con:

.Técnicas de distracción. Se cree falsamente que podrá «aguantar» si pien­sa en algo totalmente ajeno a la relación sexual (por ejemplo, el último partido de fútbol, un problema del trabajo, evocando algo desagradable, repitiendo el abecedario o provocándose dolor con un pellizco).

.El consumo de alcohol. El alcohol aumenta el erotismo, desinhibe a la persona, por eso la creencia popular de que es «afrodisíaco». Pero Shakespeare escribió muy claramente lo que luego la medicina descubri­ría: que el alcohol aumenta las ganas, pero interfiere en el cumplimiento. En Macbeth, 2o acto, escena 3a, encontramos el siguiente diálogo: «Macduff: ¿cuáles son las tres cosas que la bebida provoca especialmente? Sirviente: Alegría, señor, nariz colorada, sueño y orina. Lujuria, señor, provoca y no provoca; provoca el deseo, pero no permite cumplirlo…» El alcohol tiene efectos anestésicos, de ahí que las personas muy alcoholizadas pueden sufrir graves daños sin sentirlo mucho. En el área sexual se produce desde una disminución a una inhibición de la respues­ta normal. En el hombre, puede dar impotencia transitoria. En un momen­to se empeoran las cosas porque se instalan problemas permanentes (im­potencia y/o eyaculación precoz), comenzando un círculo vicioso, ya que al no poder solucionarlos se refugian en el alcohol, cerrándose el circuito de alcoholismo y frustraciones sexuales.

Me gusta el licor. Me gusta su sabor y su efecto. Por eso nunca tomo.

General Thomas fackson

.El cambio de pareja. Tanto el hombre como la mujer pueden pensar que el problema no existiría de ser otra la persona con la cual estuvieran casados. Este juicio de valor entraña el peligro de la infidelidad para «probar» que no estamos mal nosotros, sino entre nosotros. Ello agrega dolor y frustración en la mayoría de los casos estudiados, culminando en divorcio. Queremos recalcar que a este problema la pareja debe verlo como una oportunidad de crecer y reforzar los lazos de amor. Es posible la resolución completa y satisfactoria, disfrutando de una sexualidad más placentera de lo que jamás hayan imaginado. Adelante, no den lugar al diablo.

.El uso de condones gruesos o pomadas anestésicas. Ya que el problema no se debe a una mayor sensibilidad del pene. Tampoco a una «gran exci­tación», sino a la liberación del sistema nervioso autonómico por una gran ansiedad y un mal aprendizaje.

Extracto del libro «Lo que siempre quisiste saber»

Por José Luis y Silvia Cinalli

 

1
2
Artículo anteriorSexualidad – CONSECUENCIAS DE UN MITO 4
Artículo siguienteSexualidad – CONSECUENCIAS DE UN MITO 2
Psicólogo, docente, consultor familiar, conferencista y autor (Verdades Que Sanan, Desafíos Para Jóvenes y Adolescentes). Trabajé con la niñez y la formación de maestros de niños. Fui pastor de adolescentes y jóvenes por más de 10 años. En la actualidad me dedico a enseñar, escribir, dictar conferencias y dirigir www.devocionaldiario.org y www.desafiojoven.com, donde millones de personas son alentadas, edificadas y fortalecidas en su fe. Casado y padre de tres hijos.

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingresa para comentar!
Por favor ingresa tu nombre