4. No crean que nunca les va a pasar: pueden ser tentados aunque no lo busquen o no lo quieran. Y no depende de su estado espiritual. Es verdad que cuanto más cerca de Dios estén, más lejos del pecado estarán; pero verdad es también que vivimos todavía en un cuerpo débil. Nadie duda que Jesús fue el hombre más santo y que su relación con Dios jamás fue rota; aun así fue tentado.
5. Decidan a cada minuto permanecer fieles a Dios y al cónyuge: deben decidir ser fieles a cada momento. Como lo dijo William Cutrer: «No existe el matrimonio a prueba de aventuras extramatrimoniales».
6. Ganen la batalla en la mente: una fantasía sexual con el compañero de trabajo, un sueño erótico, el deseo de un beso apasionado, etc., pueden ser el origen de un grave problema. Un pensamiento inmoral conduce a un acto inmoral. Lleven todo pensamiento a la obediencia a Cristo y rechacen todo aquello que les separará de Dios y del cónyuge.
7. Pongan freno a los ojos: recuerden que los pecados de varios personajes bíblicos comenzaron con la vista. ‘Y vio la mujer que el árbol era bueno para comer y que era agradable a los ojos, y árbol codiciable para alcanzar la sabiduría; y tomó de su fruto…», Génesis 1:6.
Nota: hay tres palabras que constituyen los peldaños en la escalera descendente al pecado: ver, codiciar y tomar.
Jesús nos advirtió diciendo: «Por tanto, si tu ojo derecho te hace pecar, sácatelo y tíralo. Más te vale perder una sola parte de tu cuerpo, y no que todo él sea arrojado al infierno», Mateo 5:29 NVI.
Además Jesús dijo: «El ojo es la lámpara del cuerpo. Por tanto, si tu visión es clara, todo tu ser disfrutará de la luz», Mateo 6:22 NVI. No deben ignorar que los ojos son órganos sexuales muy poderosos. Una mirada codiciosa conduce a menudo a pensamientos pecaminosos que pueden dar lugar a una acción inmoral. Job tiene un buen consejo que darles: «Hice pacto con mis ojos; ¿cómo, pues, había yo de mirar a una virgen?» Un pacto con los ojos es una buena decisión para evitar todo pecado sexual.
8. Huyan: Contra el diablo el consejo bíblico es resistir y él huirá, contra la flaqueza espiritual, Jesús nos exhortó a velar; pero contra la fornicación, el mandamiento es HUIR.
De ningún otro pecado la Biblia nos manda a huir sino de la idolatría y de la fornicación, 1 Corintios 10:14 y 6:18.
Pablo, en 1 Corintios 6: 18 dice: «Huyan de la inmoralidad sexual…» NVI.
También Pablo le escribe al joven Timoteo en estos términos: «Huye de las malas pasiones de la juventud…», 2a Timoteo 2:22 NVI.
¿Qué es la infidelidad?
Es un pecado y una mentira al mismo tiempo. Quien es infiel peca contra Dios y le miente a su pareja.
Según la Biblia, el amor sexual está reservado exclusivamente para el matrimonio y, tanto las relaciones prematrimoniales como las extramatrimoniales, están condenadas.
¿Dónde comienza la infidelidad?
En la mente.
¿Con quién se da la infidelidad generalmente?
Con amigos o personas conocidas. Normalmente alguien es infiel a su pareja con la esposa/o de su mejor amiga/o; o con el compañero de trabajo o de estudio. Se sienten valorados, escuchados, aceptados. Esa relación va creciendo y la intimidad física es el final de ese acercamiento. Les pedimos que lean lo que el libro de Proverbios 5:15-19 dice: «Bebe el agua de tu misma cisterna, y los raudales de tu propio pozo. ¿Se derramarán tus fuentes por las calles, y tus corrientes de aguas por las plazas? Sean para ti solo, y no para los extraños contigo. Sea bendito tu manantial, y alégrate con la mujer de tu juventud, como cierva amada y graciosa gacela. Sus caricias te satisfagan en todo tiempo, y en su amor recréate siempre».
Extracto del libro “Sexo. Lo que siempre quisiste saber”
Por José Luis y Silvia Cinalli