Hombres Cristianos – La Sumisión de tu Esposa 3

 

Continuemos.

Si sientes que tu esposa no es sumisa, ora por ella para que Dios le dé un corazón sumiso; hacia Dios primero, y luego hacia ti. Entonces pídele a Dios que te ayude a amarla como Él la ama. Te garantizo que verás aumentar su nivel de sumisión en proporción directa al amor desinteresado que le demuestres. Y deja que ella vea que estás buscando la dirección de Dos. Si sabe que le estás pidiendo a Dios que te muestre el camino, ella te seguirá a cualquier lugar.

Por favor, ora por tu esposa para que:

  • Entienda qué es la verdadera sumisión
  • Pueda someterse tal y como Dios desea que lo haga.
  • Tú seas sumiso por completo a Dios.
  • Ella confíe en Dios, mientras obra en tu vida.
  • Puedas tomar tu posición como líder espiritual.
  • Pueda confiar en que tú seas la cabeza del hogar.
  • La sumisión no se convierta en un punto de contienda en el matrimonio.

 

Dice Michael Omartian:

Recuerdo vívidamente, desde que era un jovencito, ver a mi padre ayudando a mi mamá a lavar los platos, echar la ropa en la lava­dora, arreglar las camas y preparar la cena. Durante el día él tra­bajaba un horario regular, pero nunca lo usó como una excusa para dividir con rigidez los papeles en la familia. Sus acciones me sirvieron como ejemplo de un hombre que respetaba, veneraba y apreciaba a su esposa. Él me quería enseñar que la sumisión no era una dinámica de un solo lado sino una acción igualmente compar­tida entre dos personas que se sacrificaban por ver cumplidas las metas del compañero. Creo que el concepto de la sumisión está muy desvirtuado. Los varones han decidido abordar el tema con mano dura, y esto ha desencadenado un movimiento feminista con justificadas quejas.

Donde prevalece el amor, la abnegación y la oración, se per­mite que el concepto de la sumisión viva y respire en forma natural. Nosotros, los hombres, hemos fracasado en esta área al apoderarnos de nociones de algún poder especial que creemos tener solo por ser hombres. Entonces nos sentimos tentados a blandir este poder sobre nuestras esposas. Sí, Dios nos dio autoridad, pero tam­bién nos creó igual a nuestras esposas, y nos hizo una sola carne con ellas. Yo estaría batallando contra mí mismo si pretendiera adquirir algún tipo de autoridad desequilibrada sobre mi esposa. Repito, la oración es el equilibrio. Oro, tanto por mi esposa como por mí mismo, para que siempre podamos relacionarnos en el orden correcto, el uno con el otro y con Dios.

 

Oración de Poder.

Señor, me someto a ti en este día. Dirígeme a mí y a mi familia. Ayúdame a tomar todas mis decisiones basado en tu revelación y dirección. Y al someter mi liderazgo ante ti, permite que (nombre de la esposa) confíe plenamente en que tú me estás guiando. Ayúdala a entender el tipo de sumisión que deseas de ella. Ayúdame a entender el tipo de sumisión que deseas de mí. Permíteme ser el líder que tú deseas.

Ayúdanos a resolver, en el orden adecuado, los asuntos so­bre los cuales no estemos de acuerdo. Te pido que yo pueda permitirte estar en tal control de mi vida que mi esposa pueda confiar plenamente en la obra de tu Espíritu Santo en mí. Ayú­dame a amarla tal y como tú me amas, para que yo pueda re­cibir de ella completo respeto y amor. Dale un corazón sumiso y la fe que necesita para confiar en mí como el líder espiritual en nuestro hogar. Y a la misma vez, ayúdanos a someternos el uno al otro en el temor del Dios (Efesios 5:21). Sé que solo tú, Señor, puedes hacer que ese perfecto equilibrio suceda en nues­tras vidas.

Extracto del libro “El Poder del Esposo Que Ora”

Por Stormie Omartian

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Psicólogo, docente, consultor familiar, conferencista y autor (Verdades Que Sanan, Desafíos Para Jóvenes y Adolescentes). Trabajé con la niñez y la formación de maestros de niños. Fui pastor de adolescentes y jóvenes por más de 10 años. En la actualidad me dedico a enseñar, escribir, dictar conferencias y dirigir www.devocionaldiario.org y www.desafiojoven.com, donde millones de personas son alentadas, edificadas y fortalecidas en su fe. Casado y padre de tres hijos.

2 Comentarios

  1. Apoyo mucho lo que dice el hermano Michael Omartian. !Ojala todos los hermanos varones pensaran así! y ayudaran a sus esposas en las tareas agotadoras de la casa. Pero, no estoy de acuerdo en que digan que el esposo tiene autoridad sobre su esposa, porque, NO HAY NI UN SOLO VERSÍCULO EN TODO EL NUEVO TESTAMENTO que diga tal cosa.

    El traducir «cabeza» como «autoridad», crea problemas doctrinales en cuanto a la Trinidad. Recuerden, Dios también es cabeza de Cristo…. Escudriñad las Escrituras….

    • Hola Venezolana. ¡¡Bienvenida!! Mira estimada hermana, lamentablemente no dispongo del tiempo para una réplica profunda a lo que estás planteando. Sólo decirte que en realidad no crea ningun problema doctrinal porque Dios el Padre y Dios el Hijo son co-iguales en TODOS los aspectos y sentidos, pero en el ejercicio de las funciones divinas Dios el Padre sí es cabeza (autoridad) sobre Dios el Hijo. Jesús mismo dijo: mi Padre y yo uno somos (igualdad), y luego: yo hago siempre la voluntad de mi Padre, reconociendo su autoridad… Escudriñad las Escrituras…

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