La Doctrina de la Creación – La Creación: La Edad de la Tierra 5

 

Continuemos.

Al otro lado de esta pregunta están los argumentos a favor de entender «día» como un día de 24 horas en Génesis 1:

1. Es significativo que cada uno de los días de Génesis 1 termina con una expre­sión tal como: «Y vino la noche, y llegó la mañana: ése fue el primer día» (Gn.1:5). La frase «Y vino la noche, y llegó la mañana» se repite en los versículos 8,13,19,23 y 31. Esto parece implicar la secuencia de acontecimientos que marcaban un día li­teral de 24 horas y sugiere que los lectores deben entenderlo de esa ma­nera.

Este es un argumento fuerte del contexto, y muchos lo han hallado persuasivo. Sin embargo, los que sostienen que estos «días» se refiere a un período largo de tiempo pudieran responder:

A. Que incluso una noche y una mañana no constitu­yen un día entero, sino solamente el fin de un día y el principio de otro, así que la expresión en sí misma puede ser simplemente parte de la manera del autor de de­cirnos que el fin del primer día creativo (es decir, un largo período de tiempo) tuvo lugar, y que el principio del siguiente «día» creativo había llegado.

B. Y que los primeros tres «días» creativos no podrían haber sido marcados por noche y mañana según los causa el brillo de sol sobre la tierra, porque el sol no fue creado sino hasta el cuarto día (Gn.1:14-19); por tanto, el mismo contexto muestra que «noche y mañana» en este capítulo no se refiere a la noche y la mañana ordinaria de los días como nosotros los conocemos ahora. Así que el argumento de «la noche y la mañana», aunque da algo de peso al concepto de las veinticuatro horas, no pare­ce inclinar la balanza decisivamente a su favor.

 

2. El tercer día de la creación no puede ser muy largo, porque no hubo sol sino hasta el cuarto día, y las plantas no pueden vivir mucho tiempo sin luz. En respues­ta a esto, se podría decir que la luz que Dios creó el primer día energizó a las plan­tas por millones de años. Pero eso supondría que Dios creó una luz que es casi exactamente como la luz del sol en brillo y poder, pero que con todo no es luz del sol, lo que es una sugerencia insólita.

 

3. Es difícil evadir la conclusión de que en los Diez Mandamientos la palabra día denota un día de 24 horas(Éx.20:8-11).

Ciertamente en ese pasaje el «día» sabbat es un día de 24 horas. Y ¿no deberíamos decir que el versículo 11, que en la misma oración dice que el Señor hizo el cielo y la tierra en «seis días», usa «día» en el mismo sentido? Esto es, de nuevo, un argumento de peso, y en balance da persuasividad adicional a la posición de un día de 24 horas. Pero, de nuevo, no es muy conclusivo en sí mismo, por­que uno pudiera responder que los lectores estaban conscientes (de una lectura cuidadosa de Génesis 1—2) que los días eran períodos de tiempo sin especificar, y que el mandamiento del sabbat meramente le decía al pueblo de Dios que, así como él siguió un patrón de seis más uno en la creación (seis períodos de trabajo seguidos de un período de descanso), ellos debían seguir un patrón de seis más uno en sus vidas (seis días de trabajo seguidos de un día de descanso; también seis años de trabajo seguidos de un año sabático de descanso, como en Ex.23:10-11).

De he­cho, en la misma oración de los Diez Mandamientos, «día» quiere decir «un perío­do de tiempo (Ex.20:12). Ciertamente aquí la prome­sa no es de días literales «alargados» (tales como días de 25 o 26 horas), sino más bien que el período de la vida de uno puede prolongarse sobre la tierra.»

 

4. Los que están a favor de que «día» se refiere a un día de 24 horas también preguntan si en alguna otra parte de la Biblia hebrea la palabra «días» en plural, especialmente cuando se les agrega un número (tal como «seis días»), alguna vez se refiere a algo que no sea un día de 24 horas. Este argumen­to no es convincente, sin embargo, porque

A. Un ejemplo plural de «días» para sig­nificar un período de tiempo se halla en Éxodo 20:12, que se consideró en el párrafo previo.

B. Si la palabra claramente toma el sentido de «período de tiem­po» en singular (que lo toma, como todos admiten), entonces hablar de seis «perío­dos» tales de tiempo ciertamente tiene que haber sido comprensible para los lectores, aun si el Antiguo Testamento en ninguna otra parte tuviera ejemplos de tales significados. El hecho de que tal expresión no aparezca en otras partes quizá solo quiere decir que no hubo otra ocasión para usarla en otra parte.

(CONTINÚA…)

Extracto del libro “Teología Sistemática”

Por Wayne Grudem

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Psicólogo, docente, consultor familiar, conferencista y autor (Verdades Que Sanan, Desafíos Para Jóvenes y Adolescentes). Trabajé con la niñez y la formación de maestros de niños. Fui pastor de adolescentes y jóvenes por más de 10 años. En la actualidad me dedico a enseñar, escribir, dictar conferencias y dirigir www.devocionaldiario.org y www.desafiojoven.com, donde millones de personas son alentadas, edificadas y fortalecidas en su fe. Casado y padre de tres hijos.

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