Devocionales Cristianos – Fe es Estar Motivados
Dios quiere verte bendecido y prosperado y quiere motivarte a que vos veas lo mismo para así poder automotivarte, ya que la fe crece y se manifiesta por el poder de la visión. El legalismo nos castró diciendo que “no imaginemos” porque eso era de la “nueva era”. Y no es así, la “nueva era” nos lo robó, porque la Biblia dice que “derramará su espíritu y tendrán visiones”.
Jesús fue motivado por una recompensa grande: nosotros. Somos la motivación del Señor. Él fue a la cruz porque se motivó al vernos, y dijo: “Vale la pena”.
Para estar motivado debés tener un objetivo y es preciso que te apasione. La pasión es el motor de la motivación. Con estos ingredientes tenemos la receta para que ningún obstáculo nos detenga.
Todos somos capaces de defender nuestros objetivos si primero los vemos cumplidos en nuestro interior. ¡Y no dejaremos de luchar por nuestros sueños y dedicarles todo el empeño necesario hasta lograrlos si estamos motivados y apasionados! ¡Una buena motivación puede llevarnos a logros insospechados!
En cierta ocasión, un hombre fue invitado a cruzar un precipicio existente entre dos edificios de 50 pisos50 pisos a través de una cuerda de 2 cent2 centímetros de ancho: «¡No!», fue su respuesta inmediata. Claro que cambió de opinión rápidamente cuando supo que su hijo de 2 a2 años lo esperaba del otro lado a punto de caerse: «Lo haré sin dudas», afirmó.
¿Cuál es la razón por la que una persona puede hacer cosas que comúnmente no haría? Motivación. Esta motivación está basada en la visualización del sueño cumplido, y la fe se encargará de aumentar esa motivación más y más.
Fe y Motivación = Dinamita.
Una persona con metas no tiene tiempo para pensar en enfermedades, porque su tiempo lo ocupará en pensar cómo cumplir su meta para alcanzar el sueño que Dios le dio. Y si la enfermedad llegara a su vida, la pasará rápido, porque aún tiene mucho por conquistar. Eso es fe, eso es motivación.
Jesús nos da las fuerzas para seguir adelante. Sos la motivación de Jesús. Motivate cada día al levantarte. Cuando escuchás la Palabra de Dios, crecés y también crece la motivación, porque la Palabra cae y quebranta el círculo negativo que hay en tu vida.
Sólo la palabra de Dios te llena de fe para seguir adelante. Creé en las palabras de fe que salen de tu boca; creé en vos, porque Dios es fiel y estás hecho para producir. Concentrate en el mover de Dios, en lo fortalecido que saldrás de esta situación, y atravesá tus miedos con esa motivación.
No importa cuántas guerras se levanten en tu vida, Dios siempre te dará la salida, no te va a dejar en medio de la crisis, vas a salir porque Dios pelea la batalla por vos. La vida es tuya, es Gloriosa y Dios te la dio, motivate desde adentro.
Usá la fe de que todo saldrá bien, que en algún momento todo debe ponerse en orden, que todo tiene que ser distinto y va a cambiar, que estará a tu favor porque es la promesa de Dios. Que nadie arranque de tu espíritu la motivación. Declará, bendecite.
Dios no te dejará en esa situación, te sacará con sus carros de fuego y te elevará alto, en medio del dolor, de la angustia, y te llevará a lugares preciosos. Dios tiene un lugar grande, y allí hay una fuente para darte de beber. Defendé tu motivación, arriesgate con la sabiduría de Dios y todo lo que hagas te saldrá bien. El cielo está a tu favor, esa debe ser tu motivación.
Extracto del libro “60 Principios60 Principios de Fe”
Por Bernardo Stamateas