Devocionales Cristianos – Fe Agresiva
Si te preguntara, ¿qué es para vos una fe agresiva? ¿Podrías contestar? ¿Cómo será este tema de que la Fe debe ser agresiva?
Quizás sean muchas preguntas, pero todas tienen una respuesta que nos servirá para afrontar aquellas situaciones que preferiríamos evitar vivir, pero que todos en algún momento atravesaremos.
Una Fe agresiva te dará la solución a ellas. Por eso, comencemos a ver de qué se trata.
Para resolver cualquier conflicto, lo primero que necesito es creer, poner una cobertura de fe a toda esa crisis por la que estoy atravesando.
Cuando oímos a Dios, estamos ejerciendo fe y es recién allí cuando necesitamos comenzar a hablar.
La cobertura de fe resuelve los problemas al estilo de Dios.
Lo primero que necesitamos es creer; poner una cobertura de fe. El problema en sí no es el tamaño del problema que tengas, sino el tamaño de tu fe. Tu fe es lo que te da el éxito. “No le hables a Dios de tu gran problema, háblale a tu problema de tu gran Dios”.
Durante años estuvimos enfocados en los problemas en vez de enfocarnos en la fe.
Tenemos que concentrarnos en la fe, porque en aquello en lo que te estás enfocando crecerá. Si te enfocás en tus problemas, ellos seguramente te parecerán gigantes.
En 1º Juan 5:4 leemos4 leemos: “Esta es la victoria que vence al mundo, nuestra fe”.
Fe es la victoria. Victoria para Dios es tener fe.
Jesús es el autor de la fe. El diablo es indeciso, trae duda, hace las cosas miles de veces de igual manera porque no tiene fe, no es inteligente como nos dijeron, por eso ataca nuestra fe con dudas, con palabras que querrán robarnos las palabras de fe de nuestra vida, porque él nunca creyó.
Pero quiero decirte que la fe está en tu interior, porque su Creador vive allí, dentro tuyo.
Por eso, hacé crecer tu fe, disponéte a oír palabras de sabiduría, de esperanza, de aliento, de vida para hablar lo que Dios te está mostrando.
Jesús dijo: “Entonces –cuando pongan cobertura de fe- dile a la montaña…,” no dijo: “pedile a mi Padre que te saque la montaña”.
Por lo tanto, no le pidas a Dios que te saque el problema, ponete delante de él y declará.
Fe es decretar, ordenar. La fe es agresiva, tosca, decidida. No es como el amor que es cariñoso y trata bien. La fe es bruta, ruda. La fe se establece ante la montaña y le dice: “Córrete allá”.
Ahora bien, tenés que saber adónde vas a enviar el problema. Hablá ahora, porque alguien habló y lo puso allí para complicar tu vida y anular todos los deseos que tenías en tu corazón. Lo que nace con palabras, con palabras también se quita.
El problema fue puesto y generado con palabras negativas, pero se correrá con un decreto de fe tuya. Detrás de tu problema nacerá tu bendición.
La fe audaz espera cosas grandes.
Jesús dijo: “Las obras que Yo hice harán y más grandes”. No dijo los milagros, dijo las obras. Porque para Jesús un milagro es algo sobrenatural, una obra es algo común. Estamos en tiempo de vivir lo milagroso como algo común. Será común vivir en lo sobrenatural.
La Biblia nos habla de Elías. Él se movió en altos niveles de confesión, altos niveles de fe, cerró el cielo con la palabra que había oído de parte del Señor. Esperá cosas grandes y Dios te llevará a un nivel donde recibirás cosas más grandes de lo que tus manos pueden recibir.
Goliat amenazó durante cuarenta días al pueblo de Israel, y si era tan valiente, ¿por qué no los atacó y los llevó como esclavos?
La realidad es que no era valiente, no tenía fe y por eso hablaba. Amenazó a David cuando se paró delante de él: “Te voy a destruir y entregar a los filisteos, daré tu cuerpo a las aves”, a lo que David respondió: “Yo te cortaré la cabeza y te daré a las aves y a las bestias del campo.”
Enseñanza: Por cada palabra que Satanás nos diga, debemos declarar cinco palabras de fe; por cada susurro en el oído, veinte promesas.
Declará: “No sólo tendré trabajo sino que seré un empresario, lograré mi propia fábrica, y predicaré a todo el mundo”. “No solamente mi hijo saldrá de la droga sino que ganaré hasta a sus amigos”.
Nunca hables palabras que le hagan suponer a Satanás que te está venciendo.
El poder se mueve cuando aprendemos y experimentamos. Cuidá tu fe. Hay momentos donde se aprende, es decir, se entrena; y hay otros momentos donde se experimenta, es decir, se luce.
Extracto del libro “60 Principios60 Principios de Fe”
Por Bernardo Stamateas
Hola Azucena. ¡¡Bienvenida!! ¡Dios también bendiga la tuya y él prospere todos tus caminos!!!!
Dios bendiga su vida y la de los suyos . quiero decirle que el Señor habla a mi vida atraves de sus devocionales y llena mi corazon de alegria Y ME ALIENTA !! QUE EL SEÑOR LO SIGA BENDICIENDO EN SU MINISTERIO