Los sentimientos intensos, ¿son suficientes para determinar nuestra conducta? ¿Validan nuestras acciones? ¿Podremos hacer lo que queramos y cerrar definitivamente un capítulo como quien voltea una página? Un rotundo ¡no! surge como respuesta de los siglos. La vida se entreteje con los hilos de todos los días. Cada decisión siempre trae sus consecuencias. El elegir un amor prohibido, en este caso, los llevó por caminos fortuitos signados por la muerte y el dolor.

Agucemos la vista. Veamos más de cerca. El suegro de este varón no aceptó que se divorciara de su hija y la humillara así por una sobrina. No pudo tolerar el insulto y lo enfrentó. Lamentablemente no lo hizo mano a mano, sino que mandó sus ejércitos al campo de batalla. Miles resultaron muertos por un amor infiel. Luego, le declaró la guerra económica y lapidó todas sus reservas. Le quitó todo por venganza. Los programas de chimentos de la tarde hacían una lectura apocalíptica y decían que la calamidad de Herodes, así se llamaba nuestro protagonista, se debía a lo que hicieron con Juan el Bautista. Nadie osó hablar de la pasión desenfrenada. Es que eso, en nuestro tiempo, pertenece al mundo de lo privado.

Ese amor prohibido fue más fuerte que cualquier lazo, pero eso no legitimó la relación. Dios no lo blanqueó con un poco de religión, ni lo aceptó como si tal cosa. Ése era el pensamiento de Juan y por su convicción estuvo dispuesto a morir. Los otros, a matar. Y usted, ¿de qué lado está?

El peor asesino del matrimonio: el adulterio

Según Proverbios 5, el adulterio es:

Un deseo que enceguece: “¿Y por qué hijo mío, andarás ciego con la mujer ajena, y abrazarás el seno de la extraña?”, v. 20.

Una fuente de amargura y llanto: “Mas su fin es amargo como el ajenjo…”, versículo 3. “Porque al final acabarás llorando, cuando todo tu ser se haya consumido. Y dirás: ¡Cómo pude aborrecer la corrección! ¡Cómo pudo mi corazón despreciar la disciplina!”, versículos 11 y 12, BAD.

Una decisión que empobrece: “Para que no pierdas la riqueza de tus años en manos de gente extraña y cruel”, v. 9, DHH.

Un camino hacia la muerte: “Sus pies descienden hasta la muerte, sus pasos van derecho al sepulcro”, versículo 5, NVI.

Un poder que corrompe: “Al malvado lo atrapan sus malas obras; las cuerdas de su pecado lo aprisionan”, v. 22, NVI.

Patrimonio y matrimonio

Le sorprenderá la asociación que establece la Biblia entre matrimonio y patrimonio.

El poder seductor del adulterio es impresionante, no sólo es un deseo que enceguece, sino una decisión que empobrece: “para que no pierdas la riqueza de tus años en manos de gente extraña y cruel”. Interesante apreciación. Ser infiel es una decisión, es decir, voluntariamente uno se mete en la cama del otro; pero con la decisión vienen las consecuencias. Ése es el problema, no sólo sufrirá su matrimonio, sino el patrimonio que haya conseguido. Nada es gratis. Pagará con su trabajo. Se esforzará, pero el rédito no será suyo. Un minuto de placer por una vida de desdichas. ¿Dónde pues está el beneficio?

Muchos no se percatan del poder destructor que se libera con el adulterio. Es una especie de suicidio. No sólo mata la inocencia y los ideales, sino que mina la voluntad y convierte a la persona en prisionera de sus pasiones. El adulterio provoca mucho dolor, y al decir de Orígenes: “quedan las cicatrices”.

La fidelidad reditúa económicamente

Según una investigación alemana, los maridos fieles y sexualmente satisfechos rinden más en el trabajo que los solteros o los casados que tienen aventuras extramatrimoniales.

¿Puede prevenirse el adulterio?

Según Proverbios 5, el adulterio puede prevenirse:

Aceptando el consejo divino. “… Escúchame: ¡no desprecies mis consejos!”, versículo 7, BLS.

Alejándose de toda fuente de tentación. “Apártate de esa mujer (o de ese hombre) y no te acerques a su casa”, versículo 8, BLS.

Huyendo de toda seducción. “La mujer (u hombre) infiel te engaña con palabras suaves y dulces”, versículo 3, BLS.

Visualizando las consecuencias. “Quién se enreda con esa persona, ¡va derecho a la tumba!”, versículo 5, BLS.

Extracto del libro Sexualidad Sana, Liderazgo Sólido

Por José Luis y Silvia Cinalli

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Psicólogo, docente, consultor familiar, conferencista y autor (Verdades Que Sanan, Desafíos Para Jóvenes y Adolescentes). Trabajé con la niñez y la formación de maestros de niños. Fui pastor de adolescentes y jóvenes por más de 10 años. En la actualidad me dedico a enseñar, escribir, dictar conferencias y dirigir www.devocionaldiario.org y www.desafiojoven.com, donde millones de personas son alentadas, edificadas y fortalecidas en su fe. Casado y padre de tres hijos.

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