22. ¿Quién es Quién?

Este juego pedagógico tiene como objetivo averiguar el nivel de conocimiento de los alumnos con relación a los personajes bíblicos y crear curiosidad para descubrir quién es determinado personaje. Se puede utilizar como captación de una clase sobre un determinado personaje bíblico o sobre un asunto en que aquel personaje tenga una participación determinante.

El maestro empezará su clase diciendo a los alumnos que ellos deberán identificar el personaje bíblico a través de las preguntas que harán a un alumno, al propio maestro u otra persona que haga el papel del personaje. Todas las preguntas hechas por los alumnos deben presentar el contenido de tal forma que permitan al personaje apenas dos tipos de respuestas: sí o no. 

Como deben ser hechas las preguntas:

Empieza el juego y un alumno, pregunta, por ejemplo:

“¿El personaje es hombre?”

Si el personaje dice sí, la otra persona puede preguntar, por ejemplo:

“¿Es un personaje del Antiguo Testamento?”

Si el personaje dice no, se concluye que es un hombre del Nuevo Testamento.

¿Este personaje tuvo algún contacto personal con Jesús?

Si el personaje dice que sí, se sabe que aquella historia se encuentra en los evangelios.

Continué así hasta que los alumnos descubran quién es aquel personaje.

Al ser descubierto el personaje, el maestro podrá dar inicio a su clase haciendo un puente entre aquello que fue preguntado por los alumnos y lo que será enseñado por él. 

  1. Rompecabezas

Si su clase será la exposición de un único versículo, o este versículo será la base de su clase, una manera interesante de empezar es tener todo su versículo fijado de una forma bien grande en la pizarra de su salón. Pero para fijarlo los alumnos tendrán una participación activa.

El maestro podrá escribir (a mano o en el computador) todo su versículo en algunas hojas de papel o una hoja más gruesa. Después el maestro recortará este versículo con el objetivo de formar un rompecabezas. Cuando los alumnos lleguen a la clase los pedazos del versículo recortado estarán o encima de la mesa, o en el piso del salón, o en las sillas de los alumnos, o inclusive fijadas en la pizarra.

El maestro escogerá algunos alumnos o ellos se ofrecerán voluntariamente y cogerán las partes de los versículos para formar el rompecabezas con todo el versículo escrito, fijándolas correctamente con una cinta de enmascarar en la pizarra. Cuando terminen los alumnos leerán juntos el versículo y el maestro lo leerá empezando la clase.

Es una buena captación, principalmente si el tema de la clase está relacionado a la mutualidad, cooperación mutua, relaciones interpersonales etc…

Es una captación interesante para ser utilizada con preadolescentes, adolescentes e incluso con jóvenes, pero dependiendo de la situación inclusive algunos grupos de adultos participarán con interés en este tipo de introducción a la clase.

El rompecabezas puede ser utilizado no sólo en la formulación de un versículo, sino también en una frase, una pregunta, un pensamiento, que, al ser formado, será leído por los alumnos, llamando su atención para el inicio de la clase.

Extracto del libro “101 Ideas Creativas para Maestros”

Por David Merkh y Paulo França

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Psicólogo, docente, consultor familiar, conferencista y autor (Verdades Que Sanan, Desafíos Para Jóvenes y Adolescentes). Trabajé con la niñez y la formación de maestros de niños. Fui pastor de adolescentes y jóvenes por más de 10 años. En la actualidad me dedico a enseñar, escribir, dictar conferencias y dirigir www.devocionaldiario.org y www.desafiojoven.com, donde millones de personas son alentadas, edificadas y fortalecidas en su fe. Casado y padre de tres hijos.

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