Devocionales Cristianos – Somos Increíblemente Valiosos Para Dios 2
Continuemos.
Lo que hizo que aquel fuera un momento tan emocional, fue el espejo horizontal que estaba delante de Ryan en la parte de atrás de la mesa de examinación. Eso le permitió a él mirarme directamente mientras gritaba pidiendo misericordia. Realmente creo que yo estaba sintiendo un dolor más grande que el que sentía mi pequeño hijo. Aquello era insoportable. Lo solté, y recibí una versión reforzada de la misma reprimenda que Shirley había recibido unos minutos antes. Sin embargo, finalmente el malhumorado pediatra y yo terminamos la tarea.
Más tarde, reflexioné en lo que yo sentía cuando Ryan estaba sufriendo tanto.
Lo que más me había dolido era ver la expresión en su rostro. Aunque estaba gritando, y no podía hablar, me estaba «hablando» con sus grandes ojos azules. Me decía: «Papi, ¿por qué me estás haciendo esto? Yo creía que me amabas. ¡Nunca pensé que me harías algo como esto! ¿Cómo has podido…? ¡Por favor, por favor, deja de hacerme daño!»
No podía explicarle a Ryan que su sufrimiento era necesario para su propio bien, que yo estaba tratando de ayudarle, que era mi amor hacia él lo que me obligaba a aguantarle sobre aquella mesa. ¿Cómo podía hablarle yo de mi compasión en aquel momento? Con gusto habría tomado su lugar, si hubiera podido. Pero en su mente inmadura, yo era un traidor que cruelmente lo había abandonado.
Entonces me di cuenta de que debe haber momentos cuando también Dios siente nuestro intenso dolor, y sufre junto con nosotros. ¿No será ésa una de las características de un Padre cuyo amor es infinito? Cómo debe sufrir él cuando en nuestra confusión decimos: «¿Cómo pudiste hacer esta cosa tan terrible, Señor? ¿Por qué tenías que hacérmelo a mí? ¡Yo creía que podía confiar en ti! ¡Pensaba que tú eras mi amigo!»
¿Cómo puede explicarnos él, teniendo en cuenta nuestras limitaciones humanas, que nuestro sufrimiento es necesario, que tiene un propósito, que hay respuestas a las tragedias de la vida? Me pregunto si él espera anhelosamente el día cuando podrá hacernos entender lo que ocurría cuando estábamos en nuestros momentos de prueba. Me pregunto si Dios medita en nuestras aflicciones.
Algunos lectores, tal vez duden que un Dios omnipotente, que no tiene debilidades ni necesidades, sea vulnerable a esta clase de sufrimiento vicario. Nadie puede estar seguro de ello. Pero nosotros sabemos que Jesús experimentó toda una serie de emociones humanas, y en una ocasión él le dijo a Felipe: «El que me ha visto a mí, ha visto al Padre» (Juan 14:9).
Recuerde que Jesús «se estremeció en espíritu y se conmovió» cuando María estaba llorando por la muerte de su hermano Lázaro. También el lloró por la ciudad de Jerusalén, mientras la miraba y hablaba de los sufrimientos que habría de experimentar el pueblo judío.
Igualmente, se nos dice que ahora el Espíritu «intercede por nosotros con gemidos indecibles» (Romanos 8:26). Por lo tanto, es lógico suponer que Dios, el Padre, está apasionadamente interesado en su «familia» humana, y siente nuestro dolor en esos momentos indecibles cuando «un mar de aflicción cubre nuestra senda». Yo creo que él lo siente.
Extracto del libro “Cuando lo que Dios Hace no Tiene Sentido”
Por James Dobson
este mensaje ha sido de gran bendiicion, tremendo aprendizaje para mi vida, muy edificativo.. de cualquier manera solo pude entrar a parte #2.. si ud pudiera hacerme saber como encontrar parte # 1 de este mismo mensaje «somos valiosos para Dios»
Hola Ramón. ¡¡Bienvenido!! Me alegra mucho que te haya bendecido. Y aquí tenés la 1º parte: https://devocionaldiario.org/devocional-diario/devocional-somos-increiblemente-valiosos-para-dios-1/
¡¡Bendiciones!!!