Hombres Cristianos – El Hombre Como Proveedor 1

 

En Génesis 2:15 Dios le dio al hombre la tarea de trabajar. El trabajo le fue dado al hombre antes de la Caída. No es una maldición; todo lo contrario, es una gran bendición. Génesis 1:28 dice que Dios bendijo al hombre y a la mujer, y les dio dominio sobre la tierra. Él los bendijo a ambos en todas sus tareas de dominio, incluyendo el trabajo.

El trabajo le fue dado al hombre:

  • Para realizar los propósitos de Dios.
  • Para darle satisfacción al hombre mientras que él usa las habilidades y las cualidades que Dios le ha dado.
  • Para capacitar al hombre para que pueda proveer para sus necesidades, así como para las necesidades de todos aquellos que están bajo su responsabilidad.

Algunos hombres se han olvidado que la adoración es más importante que el trabajo. Cuando tu trabajo interfiere con tu adoración, tú has fallado en cumplir con el propósito de un verdadero hombre.

 

Creados para Proveer.

Al hombre le fue dado el trabajo aun antes de que la mujer fuera creada. Esto significa que antes de que un hombre necesite a una mujer, y antes de que él esté listo para casarse, él necesita trabajar. El necesita encontrar aquello para lo que Dios lo está llamando a hacer. Entonces, él puede usar su vocación y trabajo con el objeto de proveer para su futura esposa y sus futuros hijos.

Debes notar que Dios jamás le dijo a la mujer que debía de trabajar. Ahora bien, no se pongan nerviosos. Tú me vas a decir: «Pero la sociedad ya ha cambiado y ha progresado. Las mujeres quieren ir a trabajar en oportunidades que están fuera del hogar. Debe haber igualdad». Algunas veces tú puedes tener progreso sin estar avanzando realmente hacia nada. ¿Cuáles son algunos de los síntomas de que ambos, tanto el hombre como la mujer, estén trabajando fuera  del hogar? Los estamos experimentando ahora  mismo. Tenemos casas más grandes, pero muy pocos verdaderos hogares. Los esposos y las esposas están tan ocupados que terminan como si fueran barcos que sólo pasan la noche en el puerto.

Tenemos más muebles, pero nadie se sienta en esos muebles porque la gente ya no tiene tiempo de estar juntos como familia. Las camas de nuestros hijos están vacías porque ellos andan en las calles probando drogas. Los padres no tienen tiempo de educarlos. Tenemos mejores automóviles, pero están siendo usados para llevar a los miembros de la familia a diferentes destinos en lugar de que los estén trayendo a un mismo lugar. Tú puedes decir todo lo que quieras, pero tenemos que reconocer muy cuidadosamente las expectativas con relación a que las mujeres deben de trabajar. Debemos voltear las cosas hacia el otro lado en nuestra sociedad.

Dios le dio al hombre, y no a la mujer, la responsabilidad de ser el principal proveedor de la familia. Se supone que la mujer debe casarse con alguien que ya tiene la capacidad de poder proveer. Esto es muy importante. Si tú ves las Escrituras en el Antiguo Testamento, la manera como se casaba el pueblo de Dios indicaba lo que Dios les había instruido en cuanto a lo que tenían que hacer en el matrimonio.

Si un hombre estaba interesado en una mujer, él no iba con ella para quedar comprometido. Él iba con el padre de ella. El contrato de matrimonio que resultaba de esto, incluía arreglos específicos para la provisión de la mujer. El padre podía establecer el estilo de vida que el hombre pudiera proveer para su hija antes de que él permitiera que su hija se fuera de su hogar. El candidato a ser novio tenía que mostrar que él podía cumplir con este estilo de vida o él tenía que ganar suficiente dinero antes de que se le pudiera conceder la mano de la novia en matrimonio.

Algunas veces esto tomaba años. ¿Recuerdan la historia de Jacob? Él estuvo comprometido por siete años, pero terminó por trabajar catorce años por la mano de Raquel. ¿Cuántos de ustedes podrían sobrevivir un tiempo de compromiso tan largo? Déjenme decirles lo fácil que es estar comprometido por siete años. Sólo comprométete con un contrato como ese. Vas a estar tan ocupado ganando todo ese dinero, que no vas a tener tiempo de meterte en otros problemas.

(CONTINÚA…)

Extracto del libro “Entendiendo el Propósito y el Poder del Hombre”

Por Myles Munroe

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Psicólogo, docente, consultor familiar, conferencista y autor (Verdades Que Sanan, Desafíos Para Jóvenes y Adolescentes). Trabajé con la niñez y la formación de maestros de niños. Fui pastor de adolescentes y jóvenes por más de 10 años. En la actualidad me dedico a enseñar, escribir, dictar conferencias y dirigir www.devocionaldiario.org y www.desafiojoven.com, donde millones de personas son alentadas, edificadas y fortalecidas en su fe. Casado y padre de tres hijos.

2 Comentarios

  1. Bendiciones amados hermanos, que El Dios Eterno siempre les de la sabiduría de lo alto para que continúen enseñando las virtudes de Dios a través de su Palabra. Preciosas enseñanzas que nos ayudan a fortalecer mas nuestros conocimientos. Adelante hermanos queridos.

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