Devocionales Cristianos – Fe No Es Opinión

 

Constantemente en la vida conocemos gente, lugares, cosas que merecen siempre una opinión nuestra ¿no es así?

Si nos ponemos a meditar por un momento en esto, no hay nada sobre lo cual no opinemos. Comentamos las cosas: “Así está bien”, “Así está mal”, “Me gustó esto”, “No me gustó aquello”, y así vivimos.

Muchas de las veces no nos dejamos enseñar, por el contra­rio, cuando conocemos o nos encontramos con alguien que sabe más que nosotros, en lugar de cerrar la boca, preguntar y aprender, ¿qué hacemos? Queremos convertirnos en el profe­sor de ese que sabe. ¿Conocés gente así…?

La gente que hace mucho “ruido” por fuera probablemente esté llena de opinión. Hay gente que vive su vida en el nivel de la opi­nión. Si te pregunto, ¿qué es la opinión?, ¿qué es opinar sobre algo?, ¿todas las opiniones son iguales? ¿todas las opiniones son dife­rentes? ¿por qué necesitamos opinar…?

¿Qué me dirías?

  • La opinión es lo que una persona o un grupo de perso­nas dice sobre una determinada cosa.
  • La opinión no es algo absoluto, ni verdadero, sólo es la versión de algo comentada por alguien.

Sin embargo, nosotros como hijos de Dios, no nos movemos ni nos moveremos por opinión jamás. La fe que Dios nos dio está por encima de la opinión porque la fe sí es verdad, sí es certeza. La fe no es lo que alguien dijo por ahí. Acerca de la fe no se opina ni se discute, sobre la fe solamente se cree.

Si entre nosotros discutiéramos sobre la fe, el único que sal­dría ganando sería el enemigo. ¡No le demos el gusto!

Por eso, si cuando le oro a Dios, hablo mis palabras, es decir, “opino”, Dios no se moverá; Él sólo lo hará cuando hablemos lo que Él dice, es decir cuando comencemos a declarar la fe y no a opinar sobre ella.

Cuando escuchás que alguien dice: “Yo opino que Dios”, “Me parece que la iglesia católica”, “Opino de los evangélicos”, esa persona se está muriendo en el nivel de la opinión. Y a Dios no le importa lo que opinamos sobre las cosas porque la fe no funciona por opinión.

La persona que opina cree que sabe todo y, generalmente, así como opina, critica. Y así como critica, también envidia. Perso­nas hipersensibles… Tienden siempre a ver problemas por todos lados, y hablan del problema, piensan en el problema y lloran debido al problema.

En cambio, la persona que habla lo verdadero, la fe, siempre ve y habla la solución. Porque habla lo que es certero, lo que es cierto. Es el visionario que sabe que va de gloria en gloria.

La persona que habla fe siempre ve y habla la solución. La fe hace que cambies tu manera de pensar y, por lo tanto, de actuar.

El escritor americano Harrison publicó un libro que se llama: “El subdesarrollo está en la mente”. Allí analiza por qué Australia que tiene los mismos recursos naturales que Argentina, es un país del primer mundo y nosotros no. Y llega a la conclusión que: “la cultura o determinado nivel de pensamiento es lo que hace que un pueblo prospere o viva pobre”.

¿Te das cuenta? De nosotros dependerá comenzar a funcionar en la fe y sólo la Fe nos impulsará a emprender la conquista hacia las cosas grandes. La fe nos expande, nos proyecta, nos da propósito y destino. Nos convertiremos en aquello en lo que pensemos la mayor parte del día.

¿Qué vas a hacer, entonces? ¿Vas a seguir opinando o vas a comenzar a soltar fe?

La fe es lo que Dios dijo que va a hacer con tu vida. Jesús tuvo que enfrentarse a varios “opinólogos” durante el tiempo de su ministerio. Detrás de cada sanidad y milagro que hacía tenía fariseos, que según ellos hacían las cosas mejor que Él, y entonces opinaban: “¿Qué hizo, cómo va a hacer eso?”, “¿Quién se cree que es?”, “¿En día sábado hace eso?”

Inclusive, hasta sus más íntimos como Pedro opinaban y le decían que no se vaya, que se quedara con ellos…

Pero Él no hizo caso, Jesús sabía que estaba para algo mayor. Él se movía en fe. No es lo que les parecía a los demás, es lo que Él sabía que tenía que hacer. Y esto es lo que nos deja a nosotros, saber que estamos para algo mayor, y que nosotros tampoco debemos movernos por opinión ni sugerencias, sino por fe.

Extracto del libro “60 Principios de Fe”

Por Bernardo Stamateas

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Psicólogo, docente, consultor familiar, conferencista y autor (Verdades Que Sanan, Desafíos Para Jóvenes y Adolescentes). Trabajé con la niñez y la formación de maestros de niños. Fui pastor de adolescentes y jóvenes por más de 10 años. En la actualidad me dedico a enseñar, escribir, dictar conferencias y dirigir www.devocionaldiario.org y www.desafiojoven.com, donde millones de personas son alentadas, edificadas y fortalecidas en su fe. Casado y padre de tres hijos.

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