Hombres Cristianos – El Legalismo te Anula Como Varón 3
Continuemos.
Otro ejemplo en la vida de Jesús.
Jesús no fue validado por José. Durante su infancia no sabemos bien qué pasó con la vida de Jesús, apenas una o dos cosas, pero al cumplir sus treinta años, fue al Jordán para bautizarse. Y en ese momento, cuando estaba en el agua, el cielo se abrió y Dios, después de guardar silencio durante 400 años, habló y declaró: «Este es mi hijo amado en quien Yo tengo complacencia». Dios validó a Jesús delante del mundo, dijo: «Este es mi hijo, este es un genio».
Durante su ministerio, Jesús les enseñó a sus discípulos que en la tierra no debían llamar padre, ni rabí, ni maestro a nadie. ¿Qué quiso decirles con esto? Estaba diciendo: «No es quien se puso el título de padre quién lo es, sino quien te valida».
Lo Mismo le Sucedió a Timoteo.
Timoteo fue un hombre de Dios criado por su mamá y por su abuelita, pero Pablo tomó el lugar de su papá, ya que su papá biológico no se interesaba en su vida. Y cuando Pablo le escribe a los Corintios les dice acerca de Timoteo: «Yo soy su padre, y él es mi hijo». Porque padre no es el que te parió, es el que lo validó.
Quiero decirte, varón, que, en este preciso momento, Dios está abriendo los cielos sobre tu cabeza y te dice: «Sos mi hijo, sos mi sangre, sos mi imagen, te amo, todo lo que deseás lo verás realizado».
Segunda Parte: La Estrategia del Legalismo Dirigida alHombre.
El legalismo creó diferentes estereotipos de hombres que hoy vemos en muchas de nuestras iglesias, en los trabajos y en cualquier lugar donde miremos dentro de la sociedad actual:
1. «El superior».
Es el que hace escuchar su voz, el que dice: «Soy una granada», «Yo soy la ley, es así y punto». Hombres que no saben compartir, no saben expresarse y cuando lo hacen es a través de la violencia o imponiéndose autoritariamente. Son esos varones que exhortan con la Biblia: «¡Sujetáte, yo soy la cabeza de la casa!»
Según estos varones, la mujer fue puesta en la tierra para satisfacer todas sus necesidades. Ella debe pensar en función de él. Son la clase de hombres que viven para conseguir lo que desean y consideran que los demás fueron puestos en la tierra para complacerlos.
2. «El amargado».
Vive quejándose. Es obsesivo en todas sus áreas. Su lema es: «Es muy difícil», vive todo el día pensando y analizando. Piensa en negativo para todo.
3. «El dormido».
Es vago, lento. Está adormecido para todo.
4. «El histérico».
Viene a la iglesia para probar cuántas mujeres pueden estar detrás suyo, simula ser gracioso, pero viene a manipular y a engañar.
5. «El controlador».
Es una persona hambrienta de amor, pero como ha renunciado a la espe- lanza de recibirlo, ha gestado una cáscara. Son personas rígidas que viven enojadas, descalificando, controlando e insultando.
6. «El inmaduro».
Es el que todavía busca a Eva, a mamá. Su lema es: «Necesito una mujer que me atienda», «Alguien debe pensar en mí». Son personas pasivas; no se quieren casar, no quieren tener compromisos y están dominados por la necesidad que tienen en su corazón: «Dame, dame, dame.»
7. «El callado».
El que fue creado para hablar pero calló. Los hombres no hablan y esa el la queja número uno de las mujeres. Ellas dicen: «No me habla», «No me comparte su vida». Por otro lado, Génesis es el libro de los hombres que callan: Adán, Abraham, Isaac, Lot, tendrían que haber tomado autoridad, pero se callaron.
Cuando Adán fue creado, fue llamado varón, que en hebreo quiere decir «sacar», «el que recuerda». ¿Por qué habrá sido que Dios no le puso «el fuerte», «el macho»? Lo hizo para que recuerde de donde salió. El hombre nace del Espíritu del Padre, del Aliento de Dios. Nace de la imagen y semejanza de su Creador.
Es así así como el legalismo convirtió la esencia del varón en estos dos claros modelos de hombres:
a. El hombre macho que busca dominar.
b. El hombre inmaduro que busca a la mamá que lo atienda.
(CONTINÚA…)
Extracto del libro “El Legalismo”
Por Bernardo Stamateas
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