Hombres Cristianos – La Creación de la Mujer 3

 

Continuemos.

Adán estaba tan ocupado, haciendo lo que Dios le había dicho que hiciera, que él ni siquiera sabía que necesitaba una mujer. Dios tuvo que decirle: «Hombre, no es bueno que tú estés solo». Debes notar que Dios no dijo que Adán se sentía solo. Hay una gran diferencia entre «estar solo» y «sentirse solo».

Tú puedes sentirte solo estando en medio de una multitud, pero tú puedes estar solo y ser tan feliz como tú puedas ser. No existe nada malo con estar solo en ciertas ocasiones. La Biblia nos dice que es importante estar solo y en quietud delante del Señor. Frecuentemente, Jesús insistía en que lo dejaran solo para que pudiera orar y descansar. Estar solo puede ser saludable, pero sufrir la soledad es toda una enfermedad.

¿Alguna vez has notado que la gente que sufre soledad nunca puede ir a su casa y sentarse a gozar de un momento de quietud? Tan pronto como ellos entran en su casa, corren hacia la televisión y la encienden. Tienen que tener algo que mantenga ocupada su mente.

Cuando ellos no pueden encontrar algo que les guste en la televisión, corren a prender la grabadora o el aparato de CD. Cuando les aburre la música, buscan otra cosa. Ellos hacen una cosa tras otra, tratando de mantenerse ocupados. ¿Por qué? Porque ellos no se sienten cómodos, estando con ellos mismos. No soportan estar solos.

Algunos de ustedes que se encuentran solteros, tanto hombres como mujeres, tienen miedo de estar solos. Cuando ustedes llegan a la edad de 25 años de edad, se ponen a pensar que ya está pasando el mejor tiempo de ustedes y se dicen a sí mismos: «Yo nunca me voy a casar. Mejor me lanzo a lo primero que se atraviese en mi camino». Esta es la razón por qué mucha gente se casa con esposos o esposas que no son los adecuados para ellos.

¿Quieres saber cuál es el problema realmente? Ellos no han aprendido lo que significa ser una persona completa. Adán estaba tan completo como hombre que él ni siquiera sabía que estaba solo. El estaba ocupado, obedeciendo la Palabra de Dios; él estaba tan ocupado dominando, gobernando y sojuzgando; él estaba tan metido en lo que estaba haciendo que ni siquiera sabía que él necesitaba a alguien más. Pero la mayoría de nosotros nos encontramos completamente al revés. No tenemos tiempo para buscar a Dios porque nos encontramos muy ocupados tratando de encontrar una pareja.

Hay personas que van de iglesia en iglesia, buscando una esposa o un esposo. Ellos creen que nosotros como predicadores no nos damos cuenta de lo que ellos están buscando. Ellos no van a la iglesia para adorar a Dios; al contrario, ellos andan por toda la iglesia, chequeando a todas las personas del sexo opuesto.

Ellos dicen: «Uh, esa persona que está ahí está muy bien. Realmente bien». Al contrario, se supone que ellos tienen que estar poniéndose en orden para que puedan estar listos para recibir a la persona que Dios está preparando para ellos. Debes de andar tan entregado y tan dedicado a Dios como para que tú no andes caminando por aquí y por allá, mostrando la pasión que va a dar oportunidad para que ocurra cualquier cosa en tu vida.

Adán estaba tan preparado para recibir a Eva que cuando él la vio, todo lo que dijo fue, «¡Wooooow!» Pero como tú puedes ver, él ni siquiera fue a buscarla a ella. Jesús habla acerca de la actitud correcta que deberíamos tener, cuando Él dice: «No te preocupes acerca de qué vas a comer, o con qué te vas a vestir, o con quién te vas a casar. Busca primero el reino de Dios y Su justicia. Sumérgete en Su justicia. Entonces, tu compañera o compañero te será añadido» (Mateo 6:31-33).

Tú debes ser como era Adán, debes perderte en el jardín de la justicia de Dios. Debes perderte en Dios, porque cuando Él te trae a tu pareja, tú ya debes de estar entendiendo Sus caminos. Adán estaba tan ocupado siguiendo los mandamientos de Dios, que cuando llegó su pareja, él estaba listo, y, además, era el tiempo correcto para él.

(CONTINÚA…)

Extracto del libro “Entendiendo el Propósito y el Poder del Hombre”

Por Myles Munroe

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Psicólogo, docente, consultor familiar, conferencista y autor (Verdades Que Sanan, Desafíos Para Jóvenes y Adolescentes). Trabajé con la niñez y la formación de maestros de niños. Fui pastor de adolescentes y jóvenes por más de 10 años. En la actualidad me dedico a enseñar, escribir, dictar conferencias y dirigir www.devocionaldiario.org y www.desafiojoven.com, donde millones de personas son alentadas, edificadas y fortalecidas en su fe. Casado y padre de tres hijos.

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