Desde el primer día que te vi, sentí una existencia diferente en ti y en mi corazón. No sabía que podría llegar a sentir algo tan profundo, intenso y hermoso en mi alma.

De verdad, que desde que comencé a darme cuenta de ti, de tu sonrisa y sencillez; de tu carisma y transparencia; sentí una admiración y un amor hacia a ti, que estoy convencido de que no volveré a sentir algo así nunca más en mi vida. Como cuando ves por primera vez el mar, que te quedas impactado por su grandeza y belleza o como cuando ves por primera vez un campo lleno de flores de lavanda y su aroma te hipnotiza, cuando te vi a ti, sentí una presencia única y encantadora para mis sentidos. Fuiste y eres lo mejor que he visto en mi vida.

Tal vez sea enamoramiento, pero sé que lo que siento, va más allá de esto, porque al mismo tiempo puedo sentir una tranquilidad y una paz que en el enamoramiento no se siente.

Veo tus ojos y me quedo enamorado; veo tu felicidad y quiero irme contigo ahora mismo a donde sea, solo estar a tú lado y darte mi amor y mi cariño en cualquier momento del día. Veo tu forma de ser y espíritu y me das envidia de la sana, me provocas pasión y siento que eres como a mí me gustaría ser para el resto de mi vida. Lo que más me gusta de ti, es que tú belleza es tan pura y humana, que no te das ni cuenta de ello. Eres pura esencia y verdad. Eres tan importante para mi, que no podría atreverme a decirte que te amaré para toda la vida, porque sé que no sería honesto contigo y lo primero que quiero darte es mi honestidad.

Prefiero decirte que viviré amándote todos los días al máximo de mis posibilidades y que nunca me rendiré, pase lo que pase, para que esto no cambie.

Quererte será siempre poco y amarte será siempre el motivo de mi vivir y de mi caminar diario. Siempre con la medida justa para que te sientas la mujer más afortunada de este mundo.

Una mujer libre a mi lado…

No quiero prometerte un amor para toda la vida. Quiero prometerte mi amor día a día desde mi alma. No te prometo, desde hoy, amarte hasta el día de mi muerte. Te prometo esforzarme y a darte mi amor todos los días de mi vida…

Un amor diario, constante y regular en tú corazón…

Por Dante Gebel

Artículo anteriorJóvenes – PARA TÍ… PARA MÍ… PARA ÉL… 1
Artículo siguienteParejas – AL HOMBRE QUE POR FIN SUPO AMARME DE VERDAD
Psicólogo, docente, consultor familiar, conferencista y autor (Verdades Que Sanan, Desafíos Para Jóvenes y Adolescentes). Trabajé con la niñez y la formación de maestros de niños. Fui pastor de adolescentes y jóvenes por más de 10 años. En la actualidad me dedico a enseñar, escribir, dictar conferencias y dirigir www.devocionaldiario.org y www.desafiojoven.com, donde millones de personas son alentadas, edificadas y fortalecidas en su fe. Casado y padre de tres hijos.

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingresa para comentar!
Por favor ingresa tu nombre