Son pocas las veces que he podido hablar contigo, pero una ha sido suficiente para amarte. Con una sola vez, ha crecido un lugar en mi corazón para admirarte y soñarte. Sin darme cuenta y sin querer, mi alma te sueña en las noches y el primer pensamiento cuando amanezco en las mañanas, es tuyo. Tus ojos aparecen en mis ilusiones y mi sonrisa ilumina mi habitación cada vez que me imagino a tu lado, agarrados de la mano paseando frente al mar y besándonos sin prisas.

Te escribo esta carta para que sepas que te adoro y te deseo y que sepas que eres una mujer, para mí, perfecta.

Siento que eres valiente cuando actúas; siento que eres decidida y firme cuando estás presente. Siento que eres una mujer que da ejemplo y una mujer que podría enseñarme muchas cosas, por eso te admiro y deseo quedarme a tu lado y conocerte cada día un poco más, aprender de ti todo aquello que solo tú podrás mostrarme y darme.

Yo soy un hombre feliz y tranquilo, que se ama mucho a sí mismo, pero confieso que hoy por hoy, tengo un anhelo muy grande. El anhelo tenerte en mis brazos y cuidarte. Quiero, deseo y extraño contarte todo aquello que me hace ilusión para robarte sonrisas y deseo con todo mi corazón, acompañarte a los lugares que desees vivir y sentir en tu ser, para que así juntos en el futuro, hablemos de nuestro pasado con lágrimas de amor en nuestras mejillas.

Si supieras cuanto deseo acariciar tus manos y besar tus ojos. Si supieras cuanto deseo acicalar tu cabello y tu bello en la piel. Hacerte cosquillas y sentir tu aliento en mi cuello. Sentir tu sudor en mi cuerpo y tu voz finita en mi interior. Tu voz perfecta en mis oídos. Te adoro, porque te amo y sueño en vivir amandote. No sé hasta dónde podría llegar mi amor por ti, pero una cosa tengo muy clara. Te amaría tanto como me amo a mi mismo. Con libertad y comprensión. Con admiración y pasión.

Te amaría cada día distinto y más que el día anterior.

Así es como deseo amarte.

Te cuidaré hasta el último día, hasta mi último aliento y suspiro.

No me olvido de ti…

Por Dante Gebel

Artículo anteriorParejas – AL HOMBRE QUE POR FIN SUPO AMARME DE VERDAD
Artículo siguienteParejas – AMARTE ASÍ
Psicólogo, docente, consultor familiar, conferencista y autor (Verdades Que Sanan, Desafíos Para Jóvenes y Adolescentes). Trabajé con la niñez y la formación de maestros de niños. Fui pastor de adolescentes y jóvenes por más de 10 años. En la actualidad me dedico a enseñar, escribir, dictar conferencias y dirigir www.devocionaldiario.org y www.desafiojoven.com, donde millones de personas son alentadas, edificadas y fortalecidas en su fe. Casado y padre de tres hijos.

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingresa para comentar!
Por favor ingresa tu nombre