Antes despertaba y la luz no era la misma, ahora al pensar en ti sonrío. Antes, mis problemas parecían laberintos. Tu voz me guía y siempre encuentro salidas. Caminar en la calle se ha convertido en un ejercicio para mi corazón, porque pienso en ti, y en mis caminos, mi corazón se contenta tanto que despierta y se enamora cada vez más de ti. Tú ejercitas mi corazón y mi alma.
Me haces tan feliz.
Antes el café siempre me sabía amargo, cariño, ahora parece el mejor café del mundo y su amargura la amo. Recuerdo que siempre sabía que existías, y ya te amaba antes de conocerte, porque era tanta la seguridad que tenía de que te encontraría, que vivía feliz esperando el momento de verte por primera vez. Esa primera vez que nunca olvidaré y que no quiero olvidar mientras esté en vida.
Ahora mis deseos son para ti, solo quiero cuidarte, acariciarte con mis dedos y mis manos. Tocar tu pelo y besarte despacio en silencio. Quiero que sientas un silencio inmenso a mi lado y que así puedas sentirte en una burbuja de paz y cariño. En un lugar de bien y de amor.
Te sientas mujer, niña y todo lo que deseas…
Quiero sentirte en mí y que tú me sientas, pero que al mismo tiempo te sientas más a ti que nunca. Quiero que a mi lado te conozcas aún más y puedas sentir que había cosas de ti que ni conocías. Te sentirás una mujer segura, amada, ilusionada y contenta. Y los días que así no sea, no me iré a dormir hasta cambiar tu alma….. No dejaré jamás que eso pase cariño. Te daré la clama. Te sentirás una mujer orgullosa y satisfecha, y siempre que tú lo desees me iré, siempre que desees tener soledad y espacio, yo dejaré que así sea. Hasta que volvamos a estar juntos. Viviremos juntos y al mismo tiempo separados.
Sí mi amor, así siempre nos amaremos.
No amaremos con cuidado y tiempo.
Con cariño y verdad.
Con dedicación y sonrisa.
Con los labios y la voz.
Nos amaremos con la sonrisa y los llantos.
Nos amaremos de verdad cariño.
Yo viviré atento para que esto jamás muera…
Y así cómo un faro siempre da su luz en los momentos más necesitados. Mi luz será siempre tuya, para que, si lo necesitas, puedas ver y encontrar el rumbo que sueñes.
Yo seré tú faro y tú mi mar.
Por Dante Gebel