Matrimonios Cristianos – El Lenguaje del Amor: Tiempo de Calidad 5

 

Continuemos.

¿Qué sentí cuando mi supervisor me dijo que el proyecto en el que trabajaba debía ser terminado en tres días, y yo pensaba que tenía otras dos semanas?»

Escriba sus sentimientos en su libreta, junto a una o dos palabras que lo ayuden a recordar el acontecimiento que corresponde al sentimiento.

Haga ese ejercicio tres veces al día y desarrollará una conciencia real de su naturaleza emocional. Usando sus notas, comunique sus sentimientos a su pareja, contándole los acontecimientos, tantos días como sea posible. En pocas semanas verá que se sentirá bien expresando sus emociones a él o a ella. Y con el tiempo se sentirá bien expresando sus emociones sobre su cónyuge, los niños y los acontecimientos del hogar.

Recuerde: las emociones en sí no son ni buenas ni malas; son simplemente nuestras respuestas sicológicas a los acontecimientos de la vida.

Basados en nuestros pensamientos y emociones, hacemos nuestras decisiones. Cuando el conductor de atrás iba pegado a usted en la carretera, usted se sintió enojado porque posiblemente tenía estos pensamientos:

Quisiera que se fuera; quisiera que se adelantara y me deje tranquilo; si pensaría que no me va a alcanzar; aplastaría el acelerador y lo soltaría recién en un cambio de luces; entonces frenaría en la raya de improviso, y su compañía de seguros me compraría un auto nuevo; quizá sería mejor que me salga de la carretera y lo deje pasar.

Usted tomó alguna decisión, o el otro se retrasó, o dobló, o lo pasó, y usted llegó sano y salvo al trabajo. En cada uno de los eventos de la vida tenemos emociones, pensamientos, deseos y acciones. A la expresión de ese proceso lo llamamos autorevelación. Si usted va a aprender el dialecto de amor en la conversación de calidad, esta es la ruta de aprendizaje que debe seguir.

 

4. Tipos de Personalidad.

No todos nosotros estamos fuera de contacto con nuestras emociones, pero cuando nos toca hablar, todos estamos afectados por nuestra personalidad. He observado dos tipos básicos de personalidad. Al primero lo llamo «el Mar Muerto».

En la pequeña nación de Israel, el Mar de Galilea fluye hacia el sur a través del río Jordán hasta llegar al Mar Muerto. El Mar Muerto no va a ninguna parte. Recibe pero no da. Este tipo de personalidad recibe muchas experiencias, emociones y pensamientos durante todo el día. Tienen un gran depósito donde almacenan toda esa información, y son perfectamente felices de no hablar.

Si usted le dice a una personalidad de Mar Muerto: «¿Qué pasa? ¿Por qué no hablas esta noche?», probablemente responderá: “No pasa nada”. ¿Qué te hace pensar que pasa algo?» Y esa respuesta es perfectamente honesta. Él está contento de no hablar. Podría manejar de Chicago a Detroit sin decir ni una sola palabra, y sería completamente feliz.

En el otro lado está el «Arroyo rumoroso».

Para esta personalidad, lo que quiera que entra por la puerta del ojo o por la del oído sale por la puerta de la boca, y rara vez hay más de sesenta segundos entre los dos. Lo que quiera que ven, lo que quiera que oyen, lo dicen. Si alguien no está en casa para hablar, llamarán a alguien. ¿Sabes lo que vi?, ¿Sabes lo que oí?» Si no pueden conseguir a alguien por teléfono, pueden hablar consigo mismos porque no tienen depósito de almacenaje. Muchas veces un «Mar Muerto» se casa con un «Arroyo rumoroso». Eso sucede porque cuando son novios forman una pareja muy atractiva.

Si usted es un «Mar Muerto» y tiene como novio a un «Arroyo rumoroso», tendrá, con seguridad, una bonita velada. No tiene que pensar: «¿Cómo iniciar la conversación esta noche?» «¿Cómo mantendré la conversación?» En realidad, usted no tiene nada que pensar. Todo lo que tiene que hacer es mover su cabeza y decir: «Ajá, ajá» y la otra parte se encargará de llenar toda la noche y usted volverá a casa diciendo: «¡Qué persona tan maravillosa!».

Por otro lado, si usted es un «Arroyo rumoroso» y se cita con un «Mar Muerto», tendrá una velada igualmente maravillosa, porque los «Mar Muerto» son los mejores oyentes. Usted hablará por tres horas. Él lo escuchará profundamente, y volverá a casa diciendo: «Qué persona maravillosa». Sentirán atracción uno por el otro.

(CONTINÚA…)

Extracto del libro “Los Cinco Lenguajes del Amor”

Por Gary Chapman

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Psicólogo, docente, consultor familiar, conferencista y autor (Verdades Que Sanan, Desafíos Para Jóvenes y Adolescentes). Trabajé con la niñez y la formación de maestros de niños. Fui pastor de adolescentes y jóvenes por más de 10 años. En la actualidad me dedico a enseñar, escribir, dictar conferencias y dirigir www.devocionaldiario.org y www.desafiojoven.com, donde millones de personas son alentadas, edificadas y fortalecidas en su fe. Casado y padre de tres hijos.

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