Hombres Cristianos – El Propósito de tu Esposa 3

 

Continuemos.

Michael es un músico compositor. Él y Terry, sus esposa, llevan 23 años de matrimonio y tienen tres hijos mayores.

Dice Michael Harriton:

Siempre siento la tentación de comer del árbol del conocimiento del bien y del mal, el árbol del juicio. ¡Los hombres nos sentimos tan inteligentes, tan superiores en nuestras ideas cuando con arro­gante satisfacción señalamos las faltas en nuestras esposas! Pero Dios permite que todos tengamos faltas, y usa nuestras diferencias para complementarnos mutuamente. Por ejemplo, en vez de juz­gar a mi esposa por su emocionalismo, procuro recordar que Dios creó a mi esposa para ser un barómetro muy sensible, un instrumento muy certero que revela lo que en realidad está sucediendo en mi mundo. Me gustaría decir que en todo momento le presto atención a sus advertencias. Y cuando no lo hago, inevitablemente deseo haberlo hecho.

Hace poco, mi esposa señaló una situación particular en mi negocio que según ella, estaba fuera de control. Percibía los peli­gros, aunque yo no los veía. Y pensé que ella estaba completa­mente equivocada. De hecho, oré para que Dios le mostrara que estaba equivocada. Y como ocurrencia tardía, oré pidiendo que si había la más remota decepción o falta de previsión de mi parte, que Dios la quitara. Dos días después me vi inundado por la reali­zación de que mi esposa tenía toda la razón, y que la había tenido desde el principio. De no haberle hecho caso a sus advertencias, las consecuencias hubieran sido desastrosas. Este tipo de perspicacia es parte de los inesperados beneficios que se logran al orar para que nuestras esposas lleguen a ser todo lo que Dios desea. Oro por mi esposa, para que en Cristo ella logre alcanzar el 100% de su poten­cial. (También oro para que yo pueda superar todo tipo de cegue­ra masculina).

 

Oración de Poder

Señor, sé que depositaste dentro de (nombre de la esposa) cier­tos dones y talentos especiales que deben usarse para tu propó­sito y gloria. Muéstrale cuáles son, y Señor, muéstramelos a mí también para que pueda animarla. Ayúdala a reconocer que tienes algo en particular para que ella haga, y que le diste un ministerio que solo ella puede desempeñar. Dale un sentido de tu llamado para su vida, y abre puertas de oportunidad para que pueda desarrollar y usar sus dones para ese llamado. Te pido que le des a mi esposa la comprensión de que tu plan para su vida tiene un tiempo perfecto y específico. Aun­que no conozca los detalles de dicho plan, ayúdala a descansar en la confianza de que al buscar de ti para cada aspecto de su vida, tú se lo revelarás.

Señor, te pido que (nombre de la esposa) sea la esposa para lo cual la llamaste y la esposa que yo necesito que sea. Lo que más necesito de mi esposa en este momento es (menciona tu necesidad más apremiante). Muéstrame lo que mi esposa nece­sita de mí. Ayúdanos a satisfacernos mutuamente en estas áreas sin requerirnos más de lo que está a nuestro alcance. No permi­tas que tengamos expectativas poco realistas el uno del otro, cuando nuestras expectativas deben estar en ti. Ayúdanos a re­conocer los dones que depositaste en cada uno de nosotros, y que nos estimulemos mutuamente en el desarrollo y cuidado de los mismos.

Gracias, Señor, por la esposa que me diste (Proverbios 19:14). Colócala en tu plan perfecto para su vida, de modo que pueda cumplir con el destino que le asignaste. Usa sus dones y talentos para bendecir a los demás. Establécela en perfecta ali­neación con el plan supremo que tienes para su vida, y que en­cuentre plena satisfacción en el mismo. A ella le digo: Tú eres «como vid que lleva fruto a los lados de tu casa» (Salmo 128:3). «Muchas mujeres hicieron el bien; mas tú sobrepasas a todas» (Proverbios 31:29). «Así alumbre vuestra luz delante de los hombres, para que vean vuestras buenas obras, y glorifiquen a vuestro Padre que está en los cielos» (Mateo 5:16). Señor, dale a mi esposa «conforme al deseo de tu corazón», y cumple todos sus propósitos (Salmo 20:4).

Extracto del libro “El Poder del Esposo Que Ora”

Por Stormie Omartian

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Psicólogo, docente, consultor familiar, conferencista y autor (Verdades Que Sanan, Desafíos Para Jóvenes y Adolescentes). Trabajé con la niñez y la formación de maestros de niños. Fui pastor de adolescentes y jóvenes por más de 10 años. En la actualidad me dedico a enseñar, escribir, dictar conferencias y dirigir www.devocionaldiario.org y www.desafiojoven.com, donde millones de personas son alentadas, edificadas y fortalecidas en su fe. Casado y padre de tres hijos.

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